Cesar Albrisi fue un político ejemplar

Esta mañana recibí la triste noticia del fallecimiento, en la ciudad de Córdoba, de un querido y admirado amigo. Había hablado por teléfono con él poco antes de salir de viaje de Argentina y por el vertiginoso ritmo de mis actividades en México, Chile, Colombia y los Estados Unidos, no tuve más contactos con él. Nunca imaginé que podría ocurrir lo que lamentablemente ocurrió.

Cesar era un hombre lleno de energía y un trabajador incansable. Fue un profesional, un empresario y un político ejemplar. El amor por su esposa, sus hijos y sus nietos se reflejaba en las permanentes referencias a su familia y lo pude constatar en las muchas oportunidades que lo visité en su casa de Las Carolinas.

Lo conocí cuando ambos éramos jóvenes, allá por los años setentas, cuando él era ya un muy activo dirigente empresario metalúrgico y yo comenzaba a desarrollar mi actividad profesional. Nos reencontramos en el ámbito de la política cuando fui invitado por el Partido Justicialista de Córdoba a ser candidato independiente a Diputado Nacional por Córdoba. El militaba por entonces en las filas de ese partido. Siempre me impresionó su dedicación a la política con total entrega y vocación de servicio. Nunca para beneficiarse de la política sino todo lo contrario. Siempre utilizó los ingresos que generaba su actividad empresaria y profesional para financiar la actividad con la que había elegido servir a su Provincia, a su Patria y a su Pueblo.

Fue uno de los pilares de la creación en 1997 del Partido Acción por La República, al que presidió en la Provincia de Córdoba desde entonces. Últimamente era el Vicepresidente en ejercicio de la Presidencia de Acción por la República a nivel nacional. Siempre bregó por que nuestro partido ayudara al Partido Justicialista a ofrecer gobernabilidad a la Argentina, pero su sentido de responsabilidad lo llevó a apoyar mi decisión de intentar ayudar al Partido Radical a ofrecer soluciones a la grave crisis por la que atravesaba el País en 2001. Era un auténtico demócrata, buscador de consenso y un amante de la libertad con justicia social.

Quienes lo conocimos de cerca sabemos de su entrega y generosidad. Recorrió con su auto particular miles de kilómetros de caminos en la Provincia de Córdoba, visitó sus pueblos y ciudades muchas veces y se reunió con miles de argentinos deseosos de trabajar por su patria desde la política o desde la producción. Últimamente se desvivía porque el Peronismo no Kirchnerista  y los partidos de centro pudieran ofrecer una alternativa superadora a la dramática situación política, económica y social en la que se debate nuestra Patria.

A pesar de que en las últimas semanas me ha faltado el tiempo para contestar todos los mensajes que me llegan al blog y no he podido subir nuevos posts desde hace varios días, no quería dejar de compartir con mis amigos lectores este sentimiento de pesar por la pérdida de un gran amigo y hombre ejemplar.

Inflación – Una Palabra Maltratada.

Por Felipe Murolo.

Midiendo la variación  de precios, utilizando una canasta suficientemente significativa, pueden darse situaciones diversas.

1.       Que la variación sea nula.

2.       Que la variación sea negativa.

3.       Que la variación sea positiva.

El caso 2  se conoce como deflación.

El caso 3 se conoce como inflación.

El Gobierno Nacional  trata de confundir a la gente, en uno de sus últimos intentos de negar la realidad, mencionando que los precios varían por distintas circunstancias.

La realidad es que no importa cuáles sean las causas de las variaciones positivas de precios. Siempre será inflación. Mas inflación, o menos inflación. Pero siempre inflación.

Luego podemos entrar a analizar su intensidad.

Se puede constatar fácilmente que los sindicatos de trabajadores han conseguido en los últimos años aumentos de alrededor de un 20%.

¿Alguien puede creer que los empresarios son tan generosos que aceptarían pagar aumentos nominales de 20% si los precios en general han variado un 10%?

Aquí, la versión oficial de que los medios amplifican el tema de la inflación y de que los empresarios son formadores de precios con alzas exageradas es una forma mas que tiene el Gobierno de explicar, a través de teorías conspirativas, lo que no quiere o no puede entender.

¿Qué pretende decir el Gobierno?  ¿Que los precios no aumentan anualmente el 20%? ¿O que el Gobierno  no es responsable de la intensidad de esos aumentos?

Como dice al mismo tiempo o en distintos momentos del tiempo las dos cosas, sus explicaciones se caen por contradictorias.

Cuando atribuye la magnitud de los aumentos a los empresarios formadores de precios, está aceptando esa magnitud. Cuando convalida, sea explícita o tácitamente,  incrementos salariales que duplican las variaciones de precios anunciadas por el INDEC, está aceptando que el organismo que debería tener el rol de difundir estadísticas confiables, miente.

Aunque hay dos sectores que no son contemplados por el Gobierno y que tienen atados sus ingresos o el resultado de sus inversiones a las mentiras del INDEC: los jubilados y los tenedores de bonos que ajustan por CER. Cuánto mas miente el INDEC, mas se alejan los ingresos de los jubilados de los sueldos que percibe el personal en actividad

Las Lebacs y el Festival de Bonos

Por Felipe Murolo.

Hablar de las Lebacs se ha puesto de moda en estos días, y el  tema no es menor.

Las letras del Banco Central pueden ser un buen instrumento de esterilización transitoria, es decir, con un stock moderado y oscilante; no como sucede hace varios años, con un stock alto y continuamente creciente.

Las letras pueden considerarse un efectivo mínimo voluntario, adicional al legal establecido por el Banco Central. Al ser voluntario, es variable para cada una de las entidades, y permite evitar dificultades de liquidez en las instituciones mas expandidas.

Si pensamos en términos de exigencias globales: efectivo mínimo y lebacs, cuanto mas alto sea su porcentaje, menor es el multiplicador. Teóricamente, si ese porcentaje fuera del 100% no habría capacidad prestable en los bancos derivada de la base monetaria.

Pero aún así, para que el sistema sea inmune a corridas cambiarias, el Banco Central debería tener tantas reservas como el equivalente en dólares a la suma de sus pasivos, incluyendo por supuesto base monetaria convencional  y lebacs.

De la forma que se viene manejando la política monetaria, y en especial por razones fiscales, siendo que los pasivos monetarios del Banco Central están respaldados en un porcentaje cada vez menor por reservas internacionales, la situación actual se viene asemejando cada vez mas al festival de bonos iniciado en 1988 y que culminó con el Plan Bonex, con efectividad al 28 de diciembre de 1989.

¿Porqué digo esto? Porque si los depositantes demandaran dólares, aún en el caso teórico del efectivo mínimo del 100% (suma de exigencia legal y Lebacs), y mas aún en ese caso, los bancos podrían acceder a esas demandas pero el Banco Central no.

Por supuesto que habría una forma de que el Banco Central pudiera atender esa demanda: modificando el tipo de cambio en alza hasta que alcanzara el valor del cociente entre pasivos monetarios y reservas internacionales. O sea, devaluar.

Pero en ese escenario, cuanto mas demore en devaluar mas alto será el tipo de cambio de equilibrio teórico (cociente) para atender los pasivos residuales, y el impacto inflacionario sería muy significativo. Tanto mas significativo cuanto mayor sea la divergencia entre el cociente y el valor de mercado del tipo de cambio en el momento inicial.

Como se puede apreciar, el despilfarro fiscal y la política de impuestos y subsidios distorsivos de los precios relativos tiene un altísimo costo. Y ese precio, traducido en términos de inflación, lo pagarán mas los que menos tienen. Paradójicamente, aquellos a los que el Gobierno pretende defender.