Cómo conquistó Menem la estabilidad y el crecimiento

(Este es el artículo que yo escribí para el libro «Los Noventa: la Argentina de Menem»)

Carlos Menem lideró una reorganización completa de la economía argentina que logró, por más de una década, erradicar la inflación y recuperar el crecimiento a tasas que sólo se habían visto en la primera década del siglo XX, cuando Argentina era uno de los países que más crecía en el mundo. Se trató del cambio de institucionalidad económica más importante de la segunda mitad del siglo XX, sólo comparable en importancia al que lideró Juan Perón en su primer gobierno

Se suele argumentar que lo que Menem cambió fue, precisamente, el legado económico de Perón, pero esa interpretación es equivocada, si no malintencionada. La organización económica que caracterizó al período 1945-1990 no fue resultado sólo del pensamiento y la acción de Perón en sus años de gobierno, sino que reflejó una interpretación de la realidad social y económica que, en líneas generales, era compartida por los partidos más importantes de la oposición a Perón, fundamentalmente el Radicalismo de la Convención de Avellaneda de 1945, como del Radicalismo y de los militares que gobernaron en las décadas subsiguientes.  Las confrontaciones entre el Peronismo y el Anti-Peronismo que dominaron el escenario político antes de que Menem fuera elegido presidente, se centraron casi siempre en cuestiones políticas e institucionales, mucho más que en diferencias sobre el tipo de organización económica.

La organización económica que impulsó Menem durante la década de los 90s, además de la conquista de la estabilidad y el crecimiento, se inspiró en los principios económicos con los que Juan Bautista Alberdi nutrió a la Constitución de 1853, los que siguen incólumes a pesar de varias reformas constitucionales. Esta vuelta a los principios económicos de la Constitución Nacional, ayudó mucho a que las confrontaciones políticas que tenían que ver con valoraciones diferentes de lo que significa vivir en un sistema de gobierno representativo, republicano y federal, fueran desapareciendo. Nadie puede negar que el gobierno de Menem logró diluir la confrontación Peronista Anti-Peronista y gobernó con más apego y respeto a los principios políticos de la Constitución Nacional que prácticamente todos los gobiernos que le precedieron, o, al menos, con tanto apego como el del gobierno de Raúl Alfonsín.

Desde mediados de la década del 40, las políticas estatistas y aislacionistas fueron reemplazando las reglas típicas de una economía de mercado y moneda sana, por nacionalizaciones de empresas privadas, intervenciones discrecionales en los mercados, fuerte emisión monetaria para financiar déficits fiscales y muchas regulaciones restrictivas de la competencia e inhibidoras de la inversión eficiente. Estas políticas prevalecieron a lo largo de casi medio siglo sin que ninguno de los gobiernos lograra revertirlas.

Existieron varios intentos de cambiar algunos aspectos de esas malas políticas, desde el del propio Perón a partir de 1952, el de Frondizi a partir de 1958 y el de los gobiernos de la década del 60 que administraron la economía luego del proceso de modernización y capitalización que resultó de la estrategia desarrollista, el del gobierno militar que tomó el poder luego del Rodrigazo y el del gobierno de Alfonsín en épocas del Plan Austral, pero ninguno de esos intentos fueron capaces de estabilizar la economía de manera duradera y lograr conformar una organización económica capaz de asegurar crecimiento sostenido a partir de inversiones eficientes y aumentos de la productividad.

La erradicación de la inflación como enfermedad crónica de la economía fue el logro más valorado por el pueblo y el que explica los resultados electorales de toda la década, incluido el de 1999 que llevó al gobierno a Fernando de la Rúa. Sólo las dudas que el discurso de Eduardo Duhalde planteó sobre la continuidad de las políticas económicas de los noventas, combinadas con los compromisos de continuidad explícitos en el discurso de De la Rúa, explican que el Partido Justicialista fuera derrotado luego de una década de logros impresionantes en el campo de la economía, de la política exterior y de la lucha contra la pobreza. 

Pero la estabilidad de los precios fue sólo la manifestación más visible de una verdadera revolución productiva de la que dan cuenta prácticamente todos los indicadores de la producción de bienes y de la prestación de servicios.

En 10 años el Producto Bruto Interno aumentó 48%, es decir un 4% por año, un crecimiento sólo comparable con el de la primera década del siglo XX.  Pero como el concepto de Producto Bruto Interno no es fácilmente entendible para la gente, vale la pena mencionar indicadores complementarios.

La producción de granos pasó de 49 millones de toneladas en 1989 a 89 millones en 1999, es decir un aumento del 83% en el decenio o un 6,2 % anual. La pesca marítima total pasó de 475 mil toneladas en 1989 a 1 millón en 1999, es decir, un 114% de aumento en los 10 años y un 7,9% anual.

La producción de petróleo pasó de 27 millones de metros cúbicos en 1989 a 47 millones en 1999, lo que representa un aumento del 74% para el período de 10 años o un 5,7 % anual. Muy parecido fue el aumento de la producción de gas que pasó de 24 a 42 millones de metros cúbicos, es decir un 75% de aumento durante los diez años y un 5,8% anual. El número de usuarios de gas por redes aumentó 43 % en los diez años, pero la longitud de la red de distribución pasó de 50 mil a 99 mil kilómetros, es decir, un aumento de casi el 100% durante ese período. Esto da cuenta de la enorme expansión geográfica del servicio de gas natural. La energía eléctrica facturada pasó de 36 a 64 miles de GWh, es decir, un aumento del 78% entre 1989 y 1999, equivalente a un 6% anual. Ello explica que se pasara de 10 horas de cortes de electricidad por día en el verano 1988/1989 a exportaciones de electricidad a nuestros países vecinos a fines de los 90s. Fue tan significativo el cambio en el sector energético que las exportaciones de energía aumentaron a un ritmo del 21% anual durante el decenio.

En materia de transportes y comunicaciones el crecimiento fue también impresionante, especialmente en aeronavegación y comunicaciones telefónicas. El número de pasajeros transportados por avión pasó de 6 a 13 millones, un aumento del 111% para los 10 años o del 7,8% anual. El número de líneas telefónicas fijas, que por muchos años había estado estancada en menos de 3 millones se incrementó rápidamente a más de 7 millones amén de que al mismo tiempo comenzó la revolución de los teléfonos celulares. El aumento de líneas fijas fue de 136% en los 10 años o un 9% por año.

El número de pasajeros transportados por ferrocarril aumentó de 280 a 483 millones entre 1989 y 1999, un aumento del 72% o del 5,6% anual. El número de pasajeros transportados por subterráneos pasó de 184 a 386 millones en el mismo período, es decir, un aumento del 88% o del 6,5% anual. El producto Bruto del sector construcciones aumentó 59% durante los 10 años o el 4,8% anual mientras que la industria manufacturera creció sólo el 31 % entre 1989 y 1999 lo que significa un 2,7% anual.

Comparando el crecimiento del sector industrial con el del resto de los sectores, se ha argumentado insistentemente que el país sufrió un proceso de des-industrialización, que se atribuye a la competencia de la producción importada originada en el proceso de apertura económica. Pero esta crítica no tiene en cuenta el cambio estructural que se produjo en el sector industrial. Las ramas industriales con tecnologías más modernas aumentaron mucho más y se estancaron o declinaron las actividades que habían crecido sólo al amparo de una fuerte protección que les permitía seguir operando con muy bajos niveles de productividad.

Este cambio estructural fue posible porque la inversión aumentó el 96% para el período o el 7% anual. Esta inversión facilitó un impresionante proceso de modernización industrial que se refleja en el aumento de las importaciones de bienes de capital de 744 a 6.748 millones de dólares entre 1989 y 1999, es decir un aumento total del 807% o 24,7% anual.

El proceso de modernización explica que, por ejemplo, la producción de automóviles pasara de 107 mil unidades en 1989 a 225 mil en 1999, con un pico de producción de 366 mil unidades en 1997. Durante esos años se instalaron nuevas fábricas como las de Toyota, General Motors y Fiat e importantes ampliaciones en las empresas que ya estaban instaladas en el país. Las exportaciones de manufacturas de origen industrial son otro indicador claro del proceso de modernización industrial. Pasaron de 3.186 a 6952 millones de dólares, es decir un aumento total de 118% o 8,1% anual. Claramente, el crecimiento industrial fue liderado por los sectores de exportación, es decir, aquellos que lograron un nivel de productividad suficiente como para competir en el exterior.

El aumento de las exportaciones fue tan alto como el de la inversión. Las exportaciones totales a precios constantes de 1993, pasaron de 14 mil millones de dólares en 1989 a 30 mil millones en 1999, un aumento de 119% para el decenio y 8,1% anual, semejante al de las exportaciones industriales. Un caso notable es el de las exportaciones de vino, que aumentaron de 21 millones de litros en 1989 a 88 millones en 1999, es decir, se cuadruplicaron durante esos 10 años, un aumento del 15,4% anual.

Lamentablemente, la discontinuidad y reversión de las reformas económicas que se produjo a partir del abandono de la convertibilidad en 2002, han recreado, hacia 2020, problemas de la misma naturaleza que los que el gobierno de Menem había logrado solucionar durante la década de los 90s. Por esa razón, escribiendo este artículo en marzo de 2020, pienso que más allá de enumerar los logros de su gobierno, es relevante y útil para el presente y el futuro describir cuales fueron las claves de su éxito en materia económica.

Recuperación de la confianza ciudadana

 La recuperación de la confianza ciudadana en cuestiones económicas incluye la recreación del crédito interno, pero abarca muchos otros aspectos que tienen que ver con la atenuación de los miedos y la inseguridad que complican la vida cotidiana de las familias y el desenvolvimiento de las empresas que no logran protegerse a través de la acumulación de poder corporativo.

Cuarenta y cinco años de inflación, en todas sus variantes: inflación moderada pero persistente durante 30 años (1945-1975), estanflación durante 13 años (1975-1988) y dos años de hiperinflación (1989 y 1990), habían hecho desaparecer todos los ahorros de las familias argentinas que habían confiado en la moneda nacional y habían obligado al ciudadano común a refugiarse en el dólar billete y, a los más sofisticados financieramente, en depósitos o inversiones en el exterior. Pero, hacia fines de los 80s, nadie ahorraba ya en australes, la última de las varias monedas locales que habían ido apareciendo a lo largo de aquel tiempo. Como consecuencia, el sistema financiero local tenía una dimensión mínima y el crédito interno había prácticamente desaparecido no sólo para el sector público sino también para las empresas privadas y para las familias.

La confianza ciudadana se logró a partir de la sanción y puesta en vigencia de la Ley de Convertibilidad. El proyecto de ley se presentó al Congreso el 14 de marzo y aprobada por las dos cámaras en las dos semanas siguientes para ser promulgada por el Poder Ejecutivo el 28 de marzo y entrar en vigencia efectiva el 1 de abril. Esta ley introdujo el Peso Convertible, creado a través de una caja de conversión como la que había dado muchos años de estabilidad a partir de 1 899 y, al mismo tiempo, legalizó el uso del dólar y otras monedas extranjeras para todo tipo de transacción comercial y financiera, en igualdad de condiciones del Peso Convertible.

Si bien Argentina se encontraba en default de su deuda externa, varias decisiones sobre el sistema monetario que habían sido adoptadas en los meses previos al lanzamiento de la convertibilidad facilitaron su implementación. En primer lugar, que, a pesar del default de la deuda externa, los BONEX, el título de la deuda en dólares bajo ley argentina, había sido respetado ininterrumpidamente desde el momento de su primera emisión. En segundo lugar, que desde fines de 1989 se había dispuesto la unificación y liberalización del mercado cambiario, lo que significó permitir la compra y venta de dólares en forma libre para toda la población. En tercer lugar, la utilización del BONEX como activo de reemplazo de los depósitos a plazo fijo en australes que estaban fuertemente amenazados de desvalorización a fines de 1989. El Plan BONEX fue una transformación de los depósitos en australes a BONEX, exactamente inversa a la pesificación compulsiva de enero de 2002, cuando los depósitos en dólares se transformaron en depósitos en pesos, precisamente para ser desvalorizados por el golpe inflacionario que lo sucedería.

Las medidas monetarias anteriores a la Ley de Convertibilidad, aun cuando tenían buenas intenciones, así como las privatizaciones y muchas decisiones de reforma del Estado y disminución del gasto público que habían sido iniciadas durante 1990, seguían sin conseguir apoyo popular porque después de tantos años de prédica estatista y aislacionista por parte de la dirigencia política y corporativa, esas reformas eran vistas como contrarias al interés general y el gobierno, al aplicarlas, estaba perdiendo popularidad y apoyo político. Había llegado el momento de convencer a la población con resultados contundentes en materia de estabilidad. Sólo así, las imprescindibles reformas estructurales conseguirían el apoyo necesario para ser llevadas a la práctica y sostenidas en el tiempo.

Al momento del lanzamiento de la ley de Convertibilidad, cuando una fuerte emisión de australes al final de 1990 había creado la amenaza de una nueva aceleración hiperinflacionaria, la gente había comprendido que sólo el dólar había protegido el valor de sus ahorros en la medida en que habían logrado colocarse en esa moneda. La Ley de Convertibilidad produjo el efecto de recrear de inmediato la confianza de la gente porque El Peso Convertible y el dólar iban a ser las monedas para todo tipo de transacciones, no sólo las financieras, destinadas a proteger los ahorros, sino también, para el pago de salarios y la determinación de los precios. 

En los meses que siguieron al lanzamiento de la convertibilidad, la gente comenzó a depositar sus dólares en el sistema bancario, ya sea manteniéndolos en esa moneda o canjeándolos 1 a 1 con Pesos Convertibles. Así renació el crédito interno, sobre todo para el sector privado, porque el sector público, por varios años, no necesitó endeudarse. Las medidas de reforma del estado y de emergencia económica que habían sido adoptadas en los meses precedentes y la inmediata estabilización de los precios, hicieron desaparecer el déficit fiscal, a pesar de que la convertibilidad fue acompañada por la decisión de eliminar las retenciones agropecuarias que por entonces aportaban el 30% de la recaudación impositiva total.

Como además del default de la deuda externa, el Estado tenía también una fuerte deuda interna que no estaba siendo atendida, especialmente con los jubilados que habían reclamado judicialmente por el incumplimiento de los beneficios que les otorgaban las leyes en vigencia, con las provincias que reclamaban regalías hidrocarburíferas impagas y con muchos contratistas y proveedores que tenían cuentas a cobrar desde bastante tiempo atrás, se sancionó la ley de consolidación de pasivos, que permitió reconocer y consolidar deudas por 26 mil millones de dólares. Esta medida contribuyó a que se ratificara el clima inicial de estabilización que logró la ley de Convertibilidad.

La ley de consolidación de pasivos permitió sincerar la magnitud de la deuda pública heredada por el gobierno de Menem. Al 31 de diciembre de 1989, la deuda pública bien medida no era de 66 mil millones de dólares como había registrado la precaria e incompleta contabilidad pública de la década de los 80s, sino de 89 mil millones de dólares, como calcularon Carlos Melconián y Rodolfo Santángelo en 1996 en su trabajo “El Endeudamiento del Sector Publico de Argentina en el Periodo 1989-1995”. La recuperación de la confianza ciudadana precedió a la salida del default de la deuda externa y a la recuperación de la confianza del exterior.

Recuperación de la confianza del exterior

Desde el momento mismo en que asumió como Presidente de la Nación, Menem decidió implementar una política exterior que permitiera recuperar la confianza externa, tanto por parte de los gobiernos, los organismos internacionales y los potenciales inversores del exterior. Lo consiguió rápidamente con los principales gobiernos del mundo, en particular el de nuestros vecinos latinoamericanos y el gobierno de los Estados Unidos, así como con los de Europa, especialmente desde la conclusión del estado de beligerancia con el Reino Unido.

En materia de política exterior es fácil advertir hoy que Menem acertó en leer lo que estaba ocurriendo en el mundo en los meses previos a la caída del Muro de Berlín y cuando se generalizaba en el mundo la idea de que la mayoría de los países avanzaban hacia economías de mercados libres y abiertos y a sistemas políticos democráticos. Pero no era tan claro en aquel momento.  En Argentina, la mayoría de la dirigencia política seguía adhiriendo a las ideas de que el exterior era más bien fuente de acechanzas y peligros más que de oportunidades de progreso. Pero Menem, lejos de amilanarse, expuso con mucho énfasis y claridad, que Argentina necesitaba integrarse cada vez más al mundo como forma de multiplicar sus oportunidades para el progreso.

Pero aun cuando las políticas internas que se enmarcaban en las leyes de Emergencia Económica y Reforma del Estado no diferían de las que predicaban los organismos financieros internacionales y los acreedores, el clima aún hiperinflacionario que percibían los actores económicos del exterior eran un gran obstáculo para que ellos también confiaran en Argentina. Además, el hecho de que el país seguía en default de su deuda externa era un condicionante importante para la recuperación de esa confianza.

Un testimonio claro de la demora que se estaba produciendo en materia de recuperación de la confianza externa en cuestiones económicas fue la actitud del FMI frente al lanzamiento del Plan de Convertibilidad. Inicialmente no lo apoyó con el argumento de que la eliminación de las retenciones agropecuarias aumentaría el desequilibrio fiscal.

Pero producida la inmediata desinflación de la economía, ese fenómeno actuó como catalizador de la recuperación de la confianza externa. Al cabo de pocos meses, el FMI ofreció su apoyo, lo mismo que el Banco Mundial y el BID y, en especial el Gobierno de Japón. Poco tiempo después fue posible salir del default externo mediante una reestructuración de la deuda dentro del marco del denominado Plan Bradi. Fue entonces, en 1993 que Argentina recuperó el crédito externo. Claro que dos años antes había recuperado el crédito interno y ambos resultados apuntalaron el proceso de crecimiento de los restantes años de la década.

La deuda pública de Argentina, que bien medida había sido de 89 mil millones de dólares a fines de 1989 había bajado a 81 mil millones a fines de 1995 y, con todo el aumento que provocó el impacto de la crisis Tequila, recién alcanzó los 90 mil millones de dólares en diciembre de 1996. Es cierto que entre 1996 y 1999, la deuda pública volvió a crecer, pero en no más de 22 mil millones de dólares y, fundamentalmente, por el déficit en el que comenzaron a incurrir las provincias. Sobre todo, la de Buenos Aires, desde que su gobernador comenzó a trabajar en pos de su candidatura a presidente para 1999. Aún así, el aumento de la deuda pública entre 1989 y 1999 fue de sólo 22 mil millones de dólares, mucho menor que el aumento que se había producido durante los gobiernos precedentes.

Aliento a la inversión eficiente y al aumento de la productividad

La recuperación de la confianza interna y externa permitió que se expandiera el crédito para el financiamiento de la inversión de todo tipo de empresas y que, una parte significativa del ahorro interno y externo, se constituyera en inversión directa, es decir en capital accionario para asegurar a las empresas una estructura patrimonial robusta.

El proceso de privatización de las empresas del Estado, cuyo mala administración e inmensa corrupción en el pasado habían sido las principales causas del descontrol del gasto público y los fuertes déficits fiscales, se constituyó en un eficaz mecanismo de aliento a la inversión por parte del sector empresario que decidió participar en las licitaciones. Esto ocurrió, luego que la convertibilidad y el proceso de desregulación crearan muchas oportunidades de obtener ganancias en base a eficiencia y aumentos de productividad.

Antes de la convertibilidad, las privatizaciones y la reforma del Estado eran vistos como instrumentos para calmar a los acreedores con la perspectiva de que las deudas se transformaran en acciones, que era lo que reclamaban los banqueros desde el default de 1987.

A partir de que la convertibilidad, la desregulación y el establecimiento de reglas de competencia y controles antimonopólicos, transformaron a las privatizaciones y a la reforma del estado en herramientas muy eficaces para el aliento a la inversión y el aumento a la productividad. Fue entonces que aparecieron muchos empresarios argentinos y extranjeros interesados en invertir. Antes de que ello ocurriera, las privatizaciones de Aerolíneas Argentinas y de Entel no habían despertado mucho interés y, para lograr alguna participación, se habían tenido que otorgar condiciones monopólicas que no iban a generar todos los beneficios que debían esperarse del proceso privatizador.

Luego de que la economía se estabilizara, las principales clausulas monopólicas pudieron renegociarse y todas las privatizaciones que se llevaron a cabo a partir de 1992, contaron con reglas que favorecieron la competencia y limitaron el poder monopólico en los sectores donde la tecnología no permitía que la competencia funcionara. Esto ocurrió con la privatización del petróleo, el gas y la electricidad, los puertos y los elevadores, el agua, los ferrocarriles y las autopistas y el dragado del río de la Plata y del Río Paraná. Los resultados fueron excepcionales, especialmente los de la energía y el transporte.

La apertura de la economía, en especial la eliminación de las retenciones y la reducción de las trabas a las importaciones de los bienes de capital necesarios para avanzar hacia las más modernas tecnologías, el nuevo régimen automotriz y la liberación del comercio entre los miembros del Mercosur, abrieron importantes oportunidades de inversión en el sector agropecuario y en las industrias con potencial exportador. Fueron estas inversiones, junto a las que respondieron al proceso privatizador, las que provocaron una fuerte recuperación de los niveles de productividad y permitieron el fuerte aumento de las exportaciones.

Simplificación de las reglas fiscales y laborales

Consciente de que muchas empresas pequeñas e incluso medianas sólo habían podido desarrollarse evadiendo impuestos, incumpliendo las leyes laborales y aprovechando protecciones derivadas de las continuas devaluaciones monetarias y las trabas a las importaciones, la estrategia reformadora del gobierno del Presidente Menem incluyó la simplificación de las reglas fiscales y laborales, especialmente para las pequeñas empresas.

Se eliminaron muchos impuestos distorsivos, se eliminaron los impuestos de sellos y a los ingresos brutos en los sectores productores de bienes y servicios intermedios, se estableció un sistema de aportes jubilatorios decrecientes en función del grado de desarrollo de las regiones y su distancia desde Buenos Aires, se simplificó la negociación colectiva y el régimen de despidos para las empresas más pequeñas.

Los problemas que creaba para todo tipo de empresas el antiguo régimen de accidentes de trabajo y enfermedades inculpables fueron resueltos a través de la sanción de la ley que creo el sistema de Aseguradoras del Riesgo del Trabajo (ARTs). Se avanzó en cierto grado de descentralización de la negociación colectiva y a inducir que las negociaciones salariales fuera acompañadas por negociaciones para facilitar el aumento de la productividad.

En esta materia, quedó mucho camino por recorrer, como lo reflejaron tanto el lento crecimiento del empleo como la lenta reducción de la informalidad, pero se hizo todo lo que fue posible sin generar conflictos gremiales que provocaran disturbios y confrontaciones costosas, tanto desde el punto de vista económico como de la estabilidad social.

El presupuesto para proveer los bienes públicos

Después de muchos años, el gobierno del Presidente Menem consiguió que a partir de 1992 se aprobaran los presupuestos anuales antes del comienzo de cada año, lo que junto con la Reforma del Estado, permitió transformar al manejo fiscal en el instrumento para asegurar el financiamiento de los bienes públicos, administración general, Salud, Educación, Justicia ,Seguridad y cumplir con las obligaciones previsionales de manera ordenada y transparente, de tal forma de establecer prioridades que favorecieran la adecuada prestación de estos servicios .

Como ejemplo de lo que logró este superior manejo presupuestario, puede señalarse que mientras el gasto público total disminuyó desde el 35% del PBI a porcentajes que fluctuaron alrededor entre 25 y 28 % del PBI, el gasto en salud pasó de representar el 3,8% del PBI en 1989 al 5,8% en 1999, el gasto en Educación aumentó del 3,4% del PBI en 1989 a 4,9 en 1999 y las asignaciones presupuestarias para pagos de jubilaciones y pensiones pasó del 4,1% en 1989 al 6 % del PBI a partir de 1995 hasta 1999.

No debe sorprender entonces que la tasa de mortalidad infantil disminuyera del 2,4 al 1,5 por mil, que el número de alumnos en escuelas pre-primarias aumentara un 48% y el de estudiantes universitarios un 79% y que la jubilación media, en términos de poder adquisitivo, prácticamente se duplicara entre 1989 y 1999.

En materia de Jubilaciones y pensiones, en 1992 se ajustaron los haberes de tal forma de igualarlos a los que las leyes otorgaban a cada beneficiario, conforme al régimen por el que se habían jubilado. Esto significó que de los 2 millones 700 mil jubilados que cobraran la jubilación mínima, sólo 700 mil continuaran en esa situación mientras los restantes 2 millones pasaron a cobrar haberes por arriba de la mínima, conforme los derechos que les daban los aportes que cada uno había hecho a lo largo de su vida activa.  Se reconocieron y saldaron con bonos previsionales las deudas por 18 mil millones de dólares que eran reclamadas ante la Justicia por los incumplimientos anteriores. Se sancionó un nuevo régimen previsional que dio a los trabajadores la alternativa de enviar sus aportes personales jubilatorias a administradoras de fondos de pensiones como respaldo de sus futuras jubilaciones y se complementó el financiamiento del sistema previsional con afectación específica de un porcentaje de la masa de recursos coparticipables, de tal forma de asegurar que el sistema previsional contara con recursos para hacer frente a obligaciones por hasta el 6% del PBI.

Cuando se detectaron aumentos de beneficios desmesurados, sea por jubilaciones de privilegio o por el enganche a las altas remuneraciones que comenzaron a pagar las empresas privatizadas, que existía para quienes habían trabajado como directivos o ejecutivos en empresas del estado, lejos de incumplir arbitrariamente con esos pagos, se sancionaron leyes,  como la de derogación de jubilaciones de privilegio de 1994 y la de Solidaridad Previsional de 1995, que, convalidadas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, permitieron que las erogaciones previsionales se mantuvieran dentro del límite del 6% del PBI.

El buen manejo presupuestario permitió también aumentar la distribución de recursos a las provincias, que pasaron de erogar el 39% del gasto primario del sector público en 1989, al 52% en 1999, fortaleciendo el sistema federal y permitiendo que las jurisdicciones locales contaran con más recursos para implementar las políticas sociales que sólo ellos pueden focalizar con eficacia por su cercanía a los ciudadanos.

¿Por qué todo cambió a partir de enero de 2002?

A pesar de que el Justicialismo perdió las elecciones de 1999 y el Presidente Menem pasó el bastón de mando a Fernando De la Rúa, el candidato de la oposición que, sin embargo, había prometido más continuidad en materia de política económica que la que insinuaba Eduardo Duhalde en su campaña, la organización económica que Menem había logrado plasmar durante sus 10 años de gobierno, sobrevivió sin grandes cambios. Pero, lamentablemente, la falta de cohesión de la fuerza política que llevó al poder a De la Rúa no le permitió al nuevo presidente enfrentar con éxito los desafíos que plantearon circunstancias externas particularmente desfavorables y la crisis financiera que emergió del endeudamiento de las provincias con el sistema bancario local en un contexto de creciente pérdida de la confianza de los financistas e inversores del exterior.

El Peronismo de la provincia de Buenos Aires, liderado por Duhalde junto al Radicalismo de esa misma provincia, con el asentimiento de Alfonsín, favorecieron el golpe institucional del 19 y 20 de diciembre de 2001. Lo hicieron con la convicción de que sacando a De la Rúa, que había dado continuidad a la convertibilidad, terminarían con lo que denominaban ¨el modelo económico neoliberal de los 90s¨, al que atribuían todas las dificultades económicas que se estaban viviendo.

Ese golpe fue fuertemente apoyado por los industriales endeudados en dólares. Ellos vieron en la caída del gobierno de De la Rúa y, en particular, en mi salida del ministerio de Economía, la oportunidad de resolver sus problemas sectoriales a partir de la pesificación compulsiva de los activos y pasivos en dólares y la devaluación que de suyo se produciría luego de esa arbitraria decisión. Por supuesto, todo esto significaba el completo abandono de la convertibilidad. Es decir, no sólo el default de la deuda externa sino el de toda la deuda interna que pasaba a ser licuada tanto si estaba pactada en pesos como si había sido originalmente pactada en dólares.

Como el abandono de la convertibilidad produjo un inmediato golpe inflacionario, provocando la caída de los salarios reales y de las jubilaciones, aumentando estrepitosamente la desocupación y la pobreza y acentuando la recesión que ya se había prolongado por más de dos años, el gobierno de Duhalde y quienes lo habían apoyado desde las corporaciones y los medios decidieron demonizar no sólo la convertibilidad sino todas las reformas de los 90s, argumentando que fueron esas reformas las que provocaron la trágica crisis de 2002.

Desde 2003 en adelante, el fuerte aumento del precio de la soja y otros productos de exportación y la bonanza internacional permitieron que se saliera de la recesión y se recuperara por algunos años el crecimiento. En ese contexto, se revirtieron todas las reformas que habían abierto oportunidades de inversión eficiente para el sector privado y alentado el aumento de la productividad, aumentó desmesuradamente el gasto público y se generaron persistentes déficits fiscales. En síntesis, se desorganizó la economía y se recrearon prácticamente todas las distorsiones que la gestión de Menem había logrado corregir. Por eso hace ya casi una década que el país sufre estanflación y se ha reinstalado en la gente angustia y desesperanza, fenómenos no muy diferentes a los que se vivían en 1989, en medio de la hiperinflación.

Cuando me invitaron a escribir este artículo para un libro en homenaje del Presidente Carlos Menem, decidí hacerlo para destacar lo costoso que es para el futuro de la Argentina que los dirigentes políticos que gobernaron a partir de 2002 hayan revertido sus reformas y abandonado una organización económica que respetaba plenamente el espíritu y la letra de la Constitución Nacional. Han recreado formas de intervención del Estado en la economía que, lejos de ayudar a perfeccionar el sistema de gobierno representativo, republicano y federal, favorecen la consolidación y expansión de las fuerzas corporativas que buscan hacer prevalecer sus intereses sectoriales y privilegios por arriba del interés general. Ojalá el reexamen de la experiencia de los 90s ayude a los gobernantes actuales y del futuro a reencontrar el camino del progreso que sin duda Menem encontró y recorrió con perseverancia.

Post scriptum

Yo escribí cuatro libros en los que hablo del gobierno de Menem y decenas de artículos que pueden encontrarse en mi blog www.cavallo.com.ar

Nunca escondí mis críticas a algunas de sus políticas y acciones, pero las hice siempre cuando él estaba en el poder y todavía podía corregir lo que yo le criticaba. En particular, en el libro “El Peso de la Verdad”, publicado en 1997.

En mis libros “Estanflación” de 2008,” Camino a la Estabilidad” de 2014 y, sobre todo, el que escribimos con mi hija Sonia Cavallo-Runde en 2017, titulado “Historia Económica de la Argentina”, presento en forma mucho más detallada, los argumentos y las opiniones que resumo en este artículo. No podía ser de otra forma, porque en esos libros traté de describir las lecciones del pasado que pueden ayudar a encontrar soluciones a los problemas que se recrearon a partir de 2002. Y la experiencia del gobierno de Carlos Menem aporta ideas y sugerencias muy valiosas para volver a reconquistar la estabilidad y el crecimiento.

81 comentarios en «Cómo conquistó Menem la estabilidad y el crecimiento»

    1. No se trata de humildad sino de un justo reconocimiento a quien lideró políticamente el proceso. Un abrazo

    2. Doctor, le hago una consulta, vivo en el exterior, en Europa. Hay manera de conseguir desde aquí sus libros? Saludos

      1. Voy a pedirle a mi colaborador Agustín Cavallo, que se ocupa de este tema, que te informe sobre cuanto costaría el envío. Un abrazo

  1. Gracias Dr Juan Domingo. Un articulo excepcional para recordar el mejor momento de tuvo nuestro país en cuanto a crecimiento y desarrollo- gran parte debido a la estabilidad lograda por el plan de convertibilidad – Hoy es tan difícil lograr un plan de estabilidad monetaria? Nuestros actuales dirigentes no son capaces de hacer algo nuevo y copiando algo de lo que se hizo para lograrla ? Esperemos se iluminen y pronto porque es difícil vivir casi una década con inflación y perceptivas que van a ser varios años mas-Gracias por todo lo que pudo hacer y podrá seguir aportando

    1. Con habilidad política y buenas intenciones, es posible. Para ayudar yo escribí en 2014 el libro ¨Camino a la Estabilidad¨. Todavía tiene plena vigencia. Un abrazo

      1. Estimo que sería muy importante, para la economía actual, de la República Argentina ( Año 2021) que el gobierno del Presidente Alberto Fernández, consulte al Dr. Domingo Felipe Cavallo, quien con su capacidad profesional, , y gran experiencia, podría dar un asesoramiento muy positivo, para que nuestro país , pueda salir de la difícil situación, por la que atraviesa.-

        1. Alberto Fernández conoce muy bien mi pensamiento, pero sabe también que Cristina Fernández nunca le perdonaría que lo hiciera. Un abrazo

  2. Doctor Cavallo, quizás fue un error de impresión, pero quiero aclarar que la Convención de Avellaneda fue en el año 1945, no en 1943, como figura en el texto.

    Un cordial saludo.
    Gabriel Boccanera

    1. Tenés razón Gabriel. Gracias por advertirmelo. Lo vestoy corrigiendo en este post, aunque no podré hacerlo en el libro, salvo cuando se haga una segunda edición. Un abrazo

  3. Excelente Mingo! Quise leer tu artículo con espíritu crítico, pero, a medida que iba pasando los párrafos, no pude menos que entusiasmarme nuevamente por todo lo que hicieron Menem y vos. Te paso algunos interrogantes y comentarios que me vinieron a la mente cuando leí el resumen que hiciste de aquellos años gloriosos para la Argentina.
    Me he preguntado a veces si había alguna manera, en la segunda parte de aquella década, de paliar la desocupación que se produjo como consecuencia de los cambios estructurales de la economía y el fuerte viraje hacia la productividad que las privatizaciones trajeron a esos antros de empleo artificial que eran las empresas estatales. Quizá se tendría que haber destinado una porción del gasto a establecer un subsidio más fuerte a los desocupados y achicar el gasto en otros rubros, pero vos, que lo viviste, podrás dar una opinión más certera.
    Los que argumentan un sesgo anti-industrial en tu gestión son aquellos que antes vivieron (y después siguieron viviendo) del proteccionismo. Bajo el fácil y superficial argumento de que dan empleo a la gente y de la pregunta retórica que siempre hacen acerca de que el país no puede ser sólo el granero del mundo («qué querés», dicen, «un país para el enriquecimiento de la clase alta agropecuaria?»), empobrecen a los habitantes de la república con el sobreprecio de sus productos y dan pasto a las fieras sindicales para defender ese empleo artificial que crean gracias a la protección de que se benefician. Empleo y ganancias para pocos a costa de toda la población (lo que incluye a los wichis de Salta, por ejemplo, y los pobres del conurbano) y de toda la cadena productiva a la que los altos costos de los insumos protegidos hacen menos competitiva.
    Un punto que aparece bajo una luz relativamente positiva en tu artículo es el crecimiento que se dio en el primer período de Perón que, a mi entender, se debió mucho más a la bonanza exterior de la posguerra que a las propias políticas del peronismo (similar a lo que ocurrió en la época de la soja). También, creo yo, el plan de estabilización de Perón y Gómez Morales de 1952 fue impuesto mucho más por las restricciones que por la virtud – algo parecido a lo que tuvo que hacer Macri después de abril 2018.
    Muy apropiado y poco divulgado tu comentario acerca de que la Argentina estuvo sumida en una ideología fascista-corporativa que endiosaba al estado y a las empresas estatales, producto, casi seguramente, de las ideas en las que abrevó Perón en su estadía en Italia, donde aprendió también los métodos fascistas de ejercer el poder. A los que, cuando hago estos comentarios, me tildan de «gorila», les respondo siempre que soy liberal y que el fascismo corporativo, casi tanto como el marxismo, son totalmente contrarios a la libertad filosófica, política y económica y al énfasis en el individuo que sostiene el liberalismo y que, tanto Perón, como los militares y el radicalismo alfonsinista (excepto el breve período del Plan Austral) pueden ser acusados de promover ese fascismo corporativo que tanto daño le hizo al país. Los matices entre unos y otros no son de índole económica, sino institucionales y de los métodos más o menos violentos que cada uno utilizó en ejercicio del poder. De modo que, en este contexto, el epíteto «gorila» es para mí menos un estigma que una cocarda liberal.
    Te felicito nuevamente por lo que hiciste por el país, por tu liderazgo y por el coraje para enfrentar a las poderosísimas fuerzas que se oponían a tus ideas y a la ejecución de las mismas. Sin Menem, no se hubiera podido hacer. Sin vos, Menem no hubiera incorporado tan rápidamente las ideas liberales ni hubiera podido ejecutar las políticas que su correcta orientación le inspiraban.
    Un abrazo,
    Marcelo.

    1. Hola Marcelo. Te transcribo algunas páginas de mi libro Historia Económica de la Argentina, que se refiere al tema sobre el que me preguntás:

      «Las discusiones políticas sobre desempleo y pobreza»

      Las discusiones políticas sobre las causas de la desocupación y la pobreza comenzaron a partir del impacto en la Argentina de la crisis mexicana. En los años posteriores a la implementación del sistema de convertibilidad, las estadísticas mostraron una reducción en la tasa de desempleo. La caída significativa de la tasa de inflación contribuyó a una fuerte disminución de la pobreza. Sin embargo, la tendencia a la baja del desempleo cambió en 1993 (Gráficos 15.1 y15.2) y un fenómeno similar afectó la tasa de pobreza a partir de 1994. Desde entonces, ambos problemas tendieron a empeorar.

      (No puedo reproducir el cuadro aquí)

      Fuente: propia, basada en material originalmente publicado en INDEC http://www.indec.gov.ar/informacion-de-archivo.asp and download: Tasas de actividad, empleo, desocupación y subocupación correspondientes al total de aglomerados urbanos, mayo 1974 a mayo 2003.

      (No puedo reproducir el cuadro aquí)

      Fuente: propia, basada en material originalmente publicado en INDEC http://www.indec.gov.ar/informacion-de-archivo.asp, para bajar: Tasas de actividad, empleo, desocupación y subocupación correspondientes al total de aglomerados urbanos, mayo 1974 a mayo 2003.

      La discusión sobre la estrategia adecuada para abordar estos problemas comenzó en 1995 y continuó a lo largo del resto de los noventa, se acentuó después de que comenzara la recesión en el cuarto trimestre de 1998.

      Un grupo de economistas y políticos sosteníamos que la apertura y la desregulación de la economía, la privatización de las empresas del Estado y la protección de los derechos de propiedad asegurarían un crecimiento económico sostenible. Insistíamos en la necesidad de reformar la legislación laboral, los impuestos y el gasto público social para reducir el desempleo y la pobreza.

      En lo que se refiere a la desregulación laboral, insistíamos en que se establecieran contratos de trabajo más flexibles. En términos de impuestos, propusimos y comenzamos a eliminar los impuestos sobre la nómina salarial. En cuanto al sistema de bienestar social, exigimos que los gobiernos provinciales lleven a cabo las políticas sociales de una manera menos clientelista y más eficiente, en especial en los campos de educación, salud y asistencia social.

      Otros economistas y políticos tenían la opinión opuesta. Ellos demandaban un “cambio de reglas”. Se referían a las reformas económicas implementadas en la Argentina a lo largo de la década de 1990 como “el modelo neoliberal”, que –según ellos– desencadenaron el aumento del desempleo y la pobreza. Por consiguiente, en sus mentes solo “cambiar el modelo neoliberal” podría revertir las tendencias negativas de la última mitad de los noventa. Eso significaba revertir las reformas económicas y revocar la Ley de Convertibilidad que veían como el pivote de la “política neoliberal”.

      En el plano político, a pesar de que tanto Eduardo Duhalde como Raúl Alfonsín se presentaban como partidarios de esta postura; ni uno ni otro habían ganado una elección prometiendo abandonar la convertibilidad.

      En el plano intelectual, un grupo de economistas que propusieron el llamado Plan Fénix los influenciaron. El plan reflotaba la vieja estrategia de crecimiento industrial por sustitución de importaciones combinada con una versión modificada de las políticas macroeconómicas populistas del pasado. El único cambio se materializó en alejarse de los consejos de sobrevalorar el peso, para abogar por un largo período de infravaloración.

      En el plano empresarial, la influencia provino de los industriales que hasta los noventa se habían beneficiado de una fuerte protección y tasas de interés negativas. Incluso pensaron que la evolución de los acontecimientos económicos y sociales en 2001 les daba la razón. Por lo tanto, cuando Duhalde entró en funciones con el apoyo de Alfonsín, no dudó en derogar la Ley de Convertibilidad y cambiar el modelo que denominaban neoliberal. Ambos esperaban que esto redujera las tasas de desempleo y pobreza.

      1. Estimado, como siempre sus posts son muy interesante y llenos de información útil. Lo que me gustaría agregar y que es algo que difícilmente se dice, es la paradoja del desempleo. En argentina el desempleo era bajo en la década de los 80 porque las condiciones eran lamentables, malpago y de mala calidad, muchas veces en negro. En la argentina de Menem las condiciones mejoraron muchísimo, el empleo en blanco llegó en un momento al 60%, hoy es cerca del 40. La gente comenzó a buscar más trabajo. Es cierto que las privatizaciones contribuyeron al aumento de desempleados, pero no justifican ni siquiera un 1% de la tasa de desempleo. La PEA se agrandó. La tasa de desempleo tmb se vio infliuida por otros factores socio-cultruales de la década, la incidencia de la globalización, mucha mayor de las mujeres al Mercado laboral y la modernización tecnológica dode las computadoras comenzaron a tener mayor presencia (los plazos fijos se hacían antes a papel algo increíble). Recordemos que en los 90 el desempleo era muy alto no solo en LAtam sino también en Europa dónde países como España llegaron a tener tasas iguales o incluso mayores a las nuestras, a pesar de tener mejores condiciones macroeconómicas que las muestras. La calidad de vida era.muchisima mejor que la actual, basta ver los números del RIPTE en usd de 1994/95 y compararlos con los de hoy, son casi iguales, la diferencia es que hay un 30%+ de inflación en dólares más que hace 30 años (por lo menos) sumada la imposibilidad de comprarse una casa, viajar, sacar crédito, etc. Otro indicador que me gusta utilizar para ejemplificar el deterioro en la calidsd de vida es el de kg de carne vacuna promedio anual por persona, son cerca de 20+25kg menos.. si las preferencias de los consumidores cambiaron tanto como dicen pars justificar esta variación, no se explica por qué los años de crecimiento económico el indicador sube 2kg y el resto de los años, baja…
        Por otra parte me gustaría hacerle una pregunta acerca de la legalización del cannabis, en EEUU se está dando a pasos agigantados, hablamos de un negocio de las de 50mil millones de dólares, tanto de uso medicinal como recreativo, aquí en argentina hace 4 años sacaron la ley para uso medicinal y recién ahora la están reglamentando, en la práctica sigue siendo casi imposible para una persona normal conseguir el aceite cbd (no psicoactivo) si no es por afuera del sistema, lo cual es ridículo porque es plata que no entra al sistema ni contribuye a la sociedad, lo mismo cuando es de uso lúdico, solo favorece al narcotráfico, y mientras tanto los recursos humanos y de los contribuyentes se gastan en procesos y detenciones inútiles de consumidores detenidos por usarla, es un sinsentido pero por otra parte entiendo aquellos que dicen que argentina no es un país preparado para una legalización total, sin embargo creo que son más los pro que los contra. ve viable
        una legalización completa para que la argentina pueda exportar o al menos mejorar la eficiencia de como se gestionan los recursos? En su experiencia, qué es lo que provoca que la legislación esté tan atrasada y se demore cuatro años para reglamentar algo que ya está sancionado y peor no se legisle sobre algo que a nivel mundial ya se está haciendo? Saludos

        1. Es muy correcto tu análisis del empleo y desempleo, así como de la calidad de vida durante los 90. Con respecto a porque no se reglamente la ley del cannavis como uso medicinal, reo que es por simple decidia. Con respecto a porqué no se legaliza, como en los Estados Unidos, no descarto que sea como consecuencia de la influencia de gente que hace mucho dinero con el comercio ilegal. Un abrazo

  4. Estimado Dr. Cavallo,
    con respeto y la admiración, quiero decirle que como presidente de la Asociación Dirigentes de Empresa de Santa Fe lo he invitado y contado en cuatro oportunidades en nuestra sede social, con conferencias destinadas a los asociados y entidades de la región; en alguna oportunidad en la presentación de alguno de sus excelentes libros.
    A título personal, somos una OSC que no puede expresar opiniones que puedan ser interpretadas con contenido político, quiero decirle que muchos argentinos reconocemos su gran gestión. Recuerdo Ámbito Financiero en algún título que denominaba a su equipo «los mormones» porque no participaban en fiestas y estaban focalizados en su misión. Permítame enviarle un abrazo desde la ciudad de Santa Fe !

  5. Brillante Dr.

    Siempre lúcido, le deseo lo mejor siempre Mingo! ojala se pueda dar los cambios que UD pregrona, pregronó, ejecutó y fueron exisotos!

    Un abrazo grande!

  6. No hacía falta, pero una vez más, Mingo demuestra que es el más grande economista argentino de todos los tiempos. Como dicen en el boxeo, «es el mejor, libra por libra». Qué lástima que la ignorancia y las malas intenciones de la mayoría de los políticos lo haya demonizado. Cuando se escriba «la verdadera historia», quedará claro que fue, es y será el «Maradona de la economía». No hay nada que hacerle: los cordobeses somos una raza superior. Ja ja !!!

  7. Gracias por lo hecho en la gestión, por su honestidad intelectual y el esfuerzo para hacernos recordar; desde los hechos expresados en datos; una época en que vivimos la utopía de una Argentina vinculada al progreso.

  8. Impecable el texto entero. Y el respaldo en datos y cifras que ningún relato puede refutar.
    Como ejercicio para refutar a quienes reivindican las políticas de 2002 en adelante, habría que contrastar todos esos datos con los modernos. Se que hay un trabajo publicado en Camino a la Estabilidad. Mi cuadro favorito del libro es el de cantidades exportadas en los diferentes rubros en la década del 90 y en la que siguió.
    Esperemos que algún día la mayoría de los argentinos pueda descubrir la verdad.
    Saludos Doctor.

  9. Lamentablemente me parece que fue la última oportunidad del país, por lo menos en esta generación, para revertir un proceso de decadencia que ya lleva varias décadas.

    1. si para mi generación. No se cuantos años tenés vos, pero yo espero que para los menores de 40 años, no sea la última oportunidad. Un abrazo

  10. Querido Mingo,
    Nunca más oportuno que republicar este texto y recordar lo que tuvimos y conservamos durante una larga década, repasando con exactitud los logros, muchas veces distorsionados u omitidos por un periodismo partidista o poco investigador y repetidos por mucha gente honesta a la que no le corresponde investigar.

    Todo está cambiando, sin embargo, y con seguridad y aún sin que este sea todavía un propósito consciente colectivamente, el regreso a un peronismo liberal como el de Menem, pensado y ejecutado por el mejor equipo económico que tuvo la Argentina, liderado por vos, es lo que se viene. ¿Por qué? Porque ese era el camino y porque nunca es tarde para retomarlo.
    Un gran abrazo y mis cariños para todos,
    Diana

  11. Dr. Cavallo, su articulo es impecable, aprovecho para felicitarlo y de paso homenajear al para mi, el mejor presidente que me toco vivir (soy del 46) y que nos dejara hace pocas semanas .
    Fuerte abrazo

  12. Muchas gracias dr. Cavallo ! Impecable e irrefutable muestra de datos de lo que fué la colosal tarea de equipos que en todos los frentes lideraron usted y el dr. Menem. Sería muy interesante para quienes lo seguimos que dedique un post en el que exprese abiertamente sus sentimientos, agradecimientos y reproches a quienes corresponda y que nos permita ver más de cerca su cualidad humana.
    Eterno agradecimiento.

    1. Soy mucho más explícito sobre mis sentimientos en relación a quienes fueron mis colaboradores y también a los dirigentes que me ayudaron así como los que me pusieron palos en el camino, en mis libros.Especialmente en ¨El Peso de la Verdad¨. ¨Pasión por Crear¨ y ¨Estanflación¨, Un abrazo

  13. Excelente Dr. Cavallo! Lo explica con tanta claridad y con resultados que lo avalan. Si fuese gobernador de Tucumán, lo tendría a mi lado. No entiendo porque no lo llaman los que están en el poder. Siempre hacen lo mismo y los resultados son cada vez peores. Más deudas y más pobres. Ningún proyecto a largo plazo. Le mando un abrazo

  14. Muy buena síntesis de esos libros (que tuve el placer de leer). Es una clara muestra de que cuando se entienden los problemas, se pueden resolver. Un abrazo.

  15. Bullrich nombró a Laspina en primer lugar como uno de sus posibles ministros de economía, le gusta ese nombre? Saludos

  16. Muy buena noticia el triunfo de Lasso en Ecuador pero mal que haya estado Duran Barba detrás. Espero que no le maneje el gobierno como a Macri y a Mahuad, no?

    1. Lasso sabe que Duran Barba es buen asesor de campaña, pero creo que no va a ser el principal asesor de su gobierno. Lasso conoce muy bien la situación y tiene ideas propias muy claras. Un abrazo

  17. Parte 1
    En este post daré mis opiniones, indudablemente el conflicto entre el peronismo y el anti peronismo tuvo un hito histórico que constituyó un punto de inflexión cuando se quemó el ataúd en las elecciones que luego ganará el presidente Raúl Alfonsín. Jean Paul Sartre decía que del ridículo no se vuelve y Herminio Iglesias – extrañamente – fue un gran aporte con sus inaceptables actitudes para los mismos peronistas.
    Sí Alfonsín colaboró para la dilución podría decirse que Menem directamente pulverizó el histórico conflicto. Al respecto quiero recordar que el Perón que regresó por última vez de España tenía justamente dicho objetivo, tanto así que acuñaba repetidamente la frase…”para un argentino no existe nada mejor que otro argentino”. Tanto así que existe la “leyenda” que Perón ofreció primero la Vicepresidencia – a sabiendas que estaba enfermo – a Ricardo Balbin y frente a la negativa recién nominó a su Sra. Esposa. Carlos Menem no solamente fue peronista sino cumplimento el mandato expreso de Perón.
    Juzgar los mediados de los ’40 obliga a poner las cosas en contexto, esto creo que también ayudaría a la comprensión que ayudaría a zanjar divisiones. En esas épocas el mundo era gobernado por “duros” y con “mucha acumulación de poder”. Mi supra admirado Churchill que hizo de titiritero de la democracia y de las instituciones al punto de pintar la tina de quien fuera luego su reina con una raya roja para hacer respetar sus racionamientos. Del otro lado del charco Roosvelt quien exhibiera tanto poder y autocracia que recién fallecido, su vicepresidente Truman se enterara de la construcción de una ciudad secreta completa como Los Alamos donde se estaba construyendo nada menos que la bomba atómica, Franco en España, Mussolini en Italia, Stalin en Rusia y finalmente Hitler en Alemania. Juzgar ciertos actos de Perón fuera del contexto mundial en el que se vivía es injusto por más razones inaceptables en contextos normales.
    Frente a la guerra Perón definió lo que llamó la 3º posición y temo que allí comenzó el aislacionismo, dejando a Argentina en un nimbo no siendo “aliada” ni siendo “participe” del eje para ser intervenida y rescatada… con ello, una inversión decreciente. Aislacionismo. Obviamente sumado a un populismo que agudizó los deficit y consecuente emisión monetaria. Poner contexto importaría juicios de valor menos hirientes y favorecería la comprensión y la unión, reitero. (sonrió… en los artículos que me encantan necesito molestar con varias participaciones… asi que no me despido).

  18. Parte 2
    Los intentos posteriores de Frondisi, de los militares y de Alfonsín tuvieron características bien distintas. Mientras Frondisi no resultó ser conservador y promovió cambios – no me interesa juzgarlos -, los gobiernos militares fueron conservadores y quien conserva mantiene status quo, algo debe de cambiar para que existan cambios. El Presidente Alfonsín fue lo que fue, un transito hacia una democracia. Alfonsín sostenía el lema que con la democracia se come, se educa, etc… o sea no pudo entender que la democracia republicana es un medio y no un fin en sí mismo, tuvo un equipo económico muy bien formado pero con esas consignas de alta dirección les fue imposible.
    Su salida del poder, la postal del Presidente Alfonsín caminando con el Presidente electo Menem en los jardines de Olivos haciendo un Pacto será un ejemplo a seguir, un recuerdo hoy envidiable del dialogo que debería siempre existir. Luego podremos analizar si dicho Pacto fue o no conveniente cómo política menor en grado a la política que instaura el dialogo, la continuidad jurídica y del Estado y la necesidad de los pactos como políticas de Estado. La comparación entre la foto de Alfonsín con Menem y la de la Presidente Cristina Fernandez negándose a entregar el mando al Presidente Macri nos define un atraso cultural institucional temerario y las consecuencias devenidas. No fue cosa menor, un Presidente saliente no reconoce al entrante… y ese mensaje subliminal se esparce en el tejido social. Honestamente puedo cuantificar cuanto afecto este simple hecho al comportamiento timorato de Mauricio Macri.

  19. Parte 3
    Indudablemente todo lo descripto es un éxito indescriptible, increíble pero cierto. Reitero por enésima vez que seguramente la Historia va juzgar esta época equiparándola a la generación de los ’80. Ahora, creo que por primera vez voy a disentir con una acto de gobierno de aquel entonces. Lo que me resultó sumamente injusto fue justamente la Ley de Solidaridad Previsional para que las erogaciones se mantuvieran dentro del límite del 6%. La “jubilación” de quien ha aportado, no es un beneficio de asistencia social sino un Derecho de Propiedad establecido por simple contrato de seguro de retiro / vida celebrado entre partes. Quien recibía ingresos mas altos era simplemente porque había realizado aportes mas altos.
    Esta legislación lo que hizo fue justamente “cargar” sobre un sector pasivo discriminado en forma absolutamente arbitraria el cierre del limite a ese 6% cuando dicha responsabilidad no debió tener discriminación especifica en un exclusivo sector.
    Siendo observante de la Ley, poco me importa que haya sido aprobada por la Corte Suprema. La Ley esta por encima de la Legislación (Hayek).
    Obviamente no juzgaré una época dorada por lo que considero uno de los pocos grandes errores, con una Ley que lamentablemente hoy se mantiene y aplaudiré de pie, con admiración lo actuado en esa increíble gestión. Con mis manos rojas de tanto aplaudir.
    Sin embargo es justo también contarte en que resultó de mi afectación personal. Como te he dicho mi Padre fue altísimo funcionario en la época de Frondizi, por principios éticos renunció a la “jubilación de privilegio” que le correspondía. Trabajo luego en la parte privada como empleado llegando por méritos propios a ser CEO y Padre de la Petroquímica Nacional. Falleció a los 64 años, en su escritorio de un ACV fulminante luchando por su país cuando era persona absolutamente sana. Sencillo, se murió trabajando, fue un trabajador incansable. Fue el 30 de setiembre de 1986 y como Hijo le reprocho que por haber dado tanto a este país no pudo ni verme graduado. No pudo ver su semilla dando cosecha… y es también justo decirte que en tu reconocimiento encuentro el que no pudo darme mi papá por decidir dejar su vida al servicio de la Nación.
    El dolor no fue la afectación económica, la injusta quita a la pensión de mi señora Madre ya que afortunadamente, como contaré en la parte 4… dicha época resultó de gran prosperidad para mi familia y obviamente para mí ya que yo me encontraba por esas circunstancias a cargo. Pero le quitaron un Derecho que mi Viejo le dejó a su viuda en forma absolutamente arbitraria. Mi admiración por tu persona no cuantificable, ni a tus conocimientos, profesionalismo, patriotismo y hacia tu persona, desde ese cariño sincero siento la obligación de contarte esta historia. El cuento concluyó con que Alex ya no trabajó más para Argentina y sus aportes para otras tierras seguramente superaron infinitamente el beneficio de una quita. Desde luego, hoy más que nunca, el mayor abrazo, Maestro. Alex PD: Esta vez no me justifico por lo extenso.

  20. Perdón… mande todo junto porque realmente lo de la Ley de Solidaridad me afecto profundamente… y me sigue afectando. Se puede unificar en 1…. o simplemente olvidar el mensaje de la parte 4 de la Ley de Solidaridad que debió ser mensaje privado.

      1. Posiblemente dada la afectación sentimental he juzgado en exceso severo la única medida conque no comulgo. Sostengo que en nuestra economía no se pueden afectar sectores específicos con subsidios o cualquier tipo de beneficios a expensas de otros también específicos. Como ya te he contado, mi Padre, desarrollista creía que la energía debía ser barata (lease subsidiada) para hacer prosperas industrias básicas electro intensivas como las químicas y petroquímicas básicas so pretexto de estimular la actividad esencial y la soberanía . Discrepo con la idea que tenía mi difunto Padre al que admiro profundamente. El contribuyente no tiene porque sacar de su bolsillo para un financiamiento o subsidio especifico so pretexto de un fomento de una actividad privada que, si sale bien la plus valía queda en el bolsillo del sector beneficiado y si sale mal la paga el Pueblo. Vale decir pretender que el contribuyente actúe como banco pero asumiendo un riesgo como si fuera socio. No es necesario que dé ejemplos sobrados conocidos de experiencias que a la postre se transformaron en negativas, desde la misma Petroquímica hasta Vicentín. Este tema no es menor porque en países “normales” el financiamiento de sectores privados se realiza a través de mercados de capitales que en Argentina, lamentablemente, no logran ser vehículo para esa misión fundamental.
        Con idéntica consistencia es entonces que sostengo lo opuesto, en lo relativo a la asistencia social corresponde que la financie el erario público y no se puede cargar exclusivamente en un sector especifico del sector previsional para ello. Sabía perfectamente que mi comentario no te iba a incomodar, trato de Profesor a quien me enseña ciencias y artes que no son de mi conocimiento, el trato de Maestro lo reservo a esos muy pocos profesores que además han trascendido enseñándome mejores actitudes de vida. Muchísimas pero muchísimas gracias por ello, aprender a que en mi país no debo de temer a dar mi opinión sincera si no se trata de ofensa y creo tener fundamentos para verterla. (otra cosa que surgió de la revolución cultural de los ’90) Abrazo, Alex

        1. Muchas gracias por tu consideración y tus aportes Alex. realmente los aprecio. Un abrazo

  21. Esta brillante exposición muestra números, conceptos… pero no llega a trasuntar cabalmente que logró esta administración. Contextualizarla. Los sentires como Derechos, Libertades, la Igualdad frente la Ley, la siembra de las ganas de hacer, decidir… de Ser y de Hacer…
    Va entonces una historia personal… que describe esas épocas…
    Quedé viudo a los 22 años perdiendo a mi mujer y mi hijo recién nacido. En mis duelos me zambullí en el estudio y sin “hacer la residencia” la vida me impuso convertirme en “director de hospital”. Los ’90 fueron épocas en donde la computadora era cosa “extraña”, sabía mucha matemática, había sido entrenado en economía y especialmente en finanzas por los mejores… me transformé en un profesional muy exitoso, muy joven con un éxito basado en el mérito y el trabajo. Recién entonces me puse nuevamente de novio con la que luego fue mi mujer, Adriana y decidimos irnos a Pinamar juntos como anticipada luna de miel. Los ’90 hasta en eso me ayudaron, animarme a volver a vivir. Tomé una Suite en el mejor hotel, podía pagarla … y de pronto un día tocan a mi puerta y me piden mudarme y ceder la habitación porque el entonces Ministro Dr. Dromi necesitaba o quería todo el piso por algo que estaba haciendo (nunca supe bien que, obviamente no me importaba pero no dudo un instante que tenía sus razones). Muy tranquilo le dije que NO, que yo no me movía porque no iba a incomodar a mi reciente señora esposa. No sentí temor, sentí que me asistían Derechos… Sentí que era un ciudadano igual que el famoso y talentoso Ministro, quien al enterarse tuvo la delicadeza de mandar una botella de champagne con una disculpa por el atrevimiento.
    Todos esos parámetros favorables del articulo no pueden contextualizar ese sentimiento que sembraban… que trascendían lo económico. Sencillamente uno sentía que por fin vivía en una normalidad… que por fin, un podía Ser. Gracias por haber colaborado para que pudiera sentirme así. Abrazo Alex

  22. Dr. Cavallo, es admirable la amabilidad con la que contesta cada pregunta e interactúa con la gente, se lo agradezco de todo corazón. Creo haber leído que está usted de acuerdo con la dolarización de la economía, ¿es así? Imagino que sería una medida acertada, sobre todo si usted la ha propuesto con su conocimiento. Saludos

    1. Lo de la dolarización depende del contexto en el que se plantee. No puede ser una medida aislada sino parte de un programa integral de estabilización y crecimiento. Un abrazo

    2. Estimado Diego Fernandez,
      Usted señala acertadamente la dedicación del Dr. Cavallo no solo en contestar cada pregunta sino la de apreciar a su prójimo, de darle la oportunidad que se le escuche. Lamentablemente resulta admirable una actitud que debería ser moneda corriente. Recientemente me afilié a un nuevo partido político que proponía democracia interna, hoy con mucha tristeza me siento defraudado y renuncio. En más de 1 año y medio de participación mi palabra no fue considerada ni 1 sola vez, quiero ser claro… no tuve la oportunidad ni de poder verter mi opinión ni ideas por ningún medio! Han cercenado no solo la libertad de expresión definiendo así mismos como liberales o libertarios sino excluido al otro impidiendo definir un nosotros por lo menos en engaño intelectual imperdonable. Obviamente el Dr. Mingo Cavallo le sobra pine para ser considerado uno de los mejores economistas del mundo y el mejor Ministro de Economía y Canciller que tuvo la Nación, pero tal vez – a mi juicio – su mayor aporte histórico a la Nación Argentina sea este blog porque por sencillo que parezca muestra la forma correcta de hacer política, la forma correcta de construir militancias, de discrepar… de construir un nosotros. Es patéticamente lamentable que quienes hoy pretenden constituirse en una mejor oposición que merezca ser respetada ni intenten algo parecido, prodigando los preceptos de Alberdi y de Sarmiento y haciendo exactamente lo opuesto en espacios que prometían democracias internas y se transformaron en autocráticos, excluyentes e ignorantes. Ignorantes porque hacen una cultura el desconocer el valor potencial que puede tener el prójimo. Hace muchos pero muchos años que soy activo participante de este blog que ya siento como mi segunda casa, absolutamente siempre he sido escuchado y tenido una respuesta. Muchas veces con he sido excesivamente reconocido. Del Maestro Mingo aprendí muchas cosas de política, de economía pero básicamente una cultura que es la correcta.
      Ojalá que quienes pretenden constituirse para suplir una demanda electoral se tomen el tiempo de aprender de este blog y corrijan el rumbo que el Maestro tan claramente ha señalado. Este blog y cada respuesta será – sin duda alguna- el mayor aporte del Dr. Cavallo a la Nación porque con la tinta invisible de los actos nos muestra la cultura correcta. Sin esa cultura será imposible resolver nuestros problemas. Concuerdo absolutamente con Usted, Diego y siempre gracias Maestro por tu reconocimiento. Alex PD: no tendrás idea como lamento no poder militar en una alternativa política que tenga impresa tu cultura cívica, ética y moral.

  23. MENEM fue 1 estadista, dr. CAVALLO. El supo acomodar al pais tanto en la economia como en relaciones exteriores.
    Despues de participar durante 10 años en su BLOG. ¿Considera ud. que en caso de tener 1 titulo universitario, estoy yo en condiciones intelectuales de estudiar en las mejores universidades del continente AMERICANO?.
    Saludos.
    PD: No pierda el tiempo queriendo asesorar a este gobierno.

    1. El título no cuenta tanto como los antecedentes y las cartas de recomendación de tus profesores. Un abrazo

  24. Estimado Mingo
    En una parte del texto dice: «Se reconocieron y saldaron con bonos previsionales las deudas por 18 millones de dólares». Supongo que son 18 mil millones.
    Son datos muy importantes, creo que es necesario que estén claros. También se dejó deuda con los jubilados en 2015, por muchos juicios similares que el gobierno en ese momento no reconocía (se generaban incluso juicios para cobrar las sentencias).
    Hoy se está generando otra deuda interna monumental que no creo que reconozcan (es infantil el plateo de que como es deuda interna no cuenta), y que tendrá que reconocer el futuro gobierno que se haga cargo del desastre que viene. Espero que sean claros esta vez (nunca se ha sido), para que la gente entienda cómo se genera las deudas, porque sino se la terminan adjudicando a los que las reconocen.
    Abrazo

    1. Gracias por avisarme. En el blog corregí el error. Lamentablemente no puedo corregirlo en el libro, salvo quando se haga una nueva edición. Pero creo que los lectores advertirán el error. Concido en que el gobierno de Cristina en 2015 djó una deuda escondida con los jubilados, del mismo ordn de magnitud que la que tuviemos que reconocer al inicio del gobierno de Menem. Un abrazo

  25. Estimado Mingo. Quiero comentarte que hace poco estuve interiorizándome con rigurosidad sobre el periodo de Argentina entre 1880 y 1914. Me atrevería a decir que vos tenes muchas similitudes con Pellegrini. Tanto por su trabajo con un presidente de gran poder político como lo fue Roca y en tu caso Menem, y así también que ambos fueron apodados «Piloto de tormentas» por encausar al pais en formidables crisis.
    No se que opinión tenes al respecto, pero creo que la crisis de 1890 fue muy similar a la del 2001.

    Saludos y un abrazo,
    Uri.

  26. Estimado Domingo,
    Buenas noches,

    Me contacté por twitter y me pidió que lo contacte por su blog.
    Mi nombre es Enzo Caldora, soy estudiante de Relaciones Internacionales y Cs Politicas en la Universidad Catolica Argentina.
    Le escribo porque me gustaría acercarle una invitación para una charla via ZOOM que estamos organizando desde la carrera de Relaciones Internacionales y Cs Politicas y la facultad de Economicas de la UCA.
    Seria un honor poder tener una conferencia brindada por su persona para los alumnos.

    Si le parece, le dejo mi mail para su contacto [email protected]

    Gracias desde ya,
    Saludos.

  27. Estimado,
    Estoy haciendo una investigación sobre las influencias de las teorías económicas en el Plan de Convertibilidad. ¿Qué autores debería mirar además de Hayek? Por otra parte, algún libro de Ud tiene bien detallado el Plan? Muchas gracias.

    1. Te recomiendo que leas mi libro Historia Económica de la Argentina. también el capítulo sobre la convertibilidad del libro El Peso de la Verdad, de 1997. Un abrazo

  28. Muchas gracias Dr. Cavallo por su incansable tarea en favor de los argentinos.

    Con toda humildad pero también con alegría, le comento que le hemos dado un poco más de desarrollo a las ideas que venimos trabajando con Andrés Braun. Estamos trabajando en la edición de un libro muy breve, «ArgenExit», del cual le hago llegar un avance.

    Muchas gracias por la posibilidad de mantener vivo el contacto por este intermedio.

    Desde San Francisco, Alejandro

    https://drive.google.com/file/d/1T6Dj1EccqB8VeKYBWnkOpHvfSYGY7CDZ/view?usp=sharing

    1. Me alegro que sigan trabajando con Andrés Braun. Les deseo mucho éxito. Un abrazo a ambos

  29. DR:
    TONY BLAIR y BARACK OBAMA inauguraron 1 nuevo paradigma.
    ¿Es así?.
    Saludos.
    PD: Acá siempre las noticias llegan tarde.

    1. Los cambios en el Reino Unido y en los Estados Unidos nunca son drásticos. Son países en los que se puede hablar de reforms, no de revoluciones. Un abrazo

  30. Doctor, siempre mi admiración hacia usted por ser el ultimo ministro que tenia un plan estratégico integral de país en la cabeza. Fueron sus libros que leí hace muchos años de «pasión por crear» y «el peso de la verdad» lo que me motivó a estudiar Relaciones Internacionales y ahora especializarme en administración publica. No se da una idea lo que marco usted mi vida académica .
    Por otro lado le consulto .¿Conoce algún libro o publicación que explique el funcionamiento de las AFJPs ? , encontré poca biografía al respecto .
    PD : Cuando afloje la pandemia me encantaría de ser posible invitarle un café y que me firme sus libros .
    Le envío un afectuoso saludo .

    1. Ahora estoy en los estados Unidos. Para septiembre u octubre espero estar de vuelta en Argentina y entonces podremos reunirnos, tomar un café y firmar tus libros. Sobre las AFJP´s y los fondos de pensiones en general hay muchas publicaciones. Yo explico su sentido en mi libro Historia Económica de Argentina. Un abrazo

  31. Dr. Cavallo, otra vez le doy las gracias.
    Por todo lo que hizo y por recordarnos que fue posible.
    Lamentablemente, nuestra sociedad no tiene la posibilidad de ver y entender lo sucedido.
    Es por este motivo que estoy convencido que no saldremos del pozo que hemos cavado y que continuamos abrazados a la pala.
    Día a día, me convenzo más que deberemos pasar tiempos muy duros (no solo económicos) para poder entender que estamos abrazados a las ideas equivocadas.
    Incluso los liberales que no entendemos que, a las masas, hay que comunicarles desde los sentimientos para llegar a la razón.
    Estoy cansado de escuchar a distinguidos liberales decir :»hace años vengo comunicando las ideas y no me escuchan, no me entienden… »
    Y pregunto: Cuando entenderás que estás comunicando mal ?
    No me refiero a que la información o pensamientos están mal.
    Me refiero a que la comunicación masiva debe ser emocional y masiva. Solo cuando estén receptivos podrán entrar ideas nuevas, distintas.
    Bueno, como sea, vuelvo a reiterarle mi agradecimiento por todo lo que hizo y sobre todo siempre he valorado, valoro y valorare su positivo esfuerzo en hacer la diferencia.
    Siempre lo tuve y tendré en alta estima.
    Le envío mi saludo y mis mejores deseos para Usted y sus seres queridos.

    1. Completamente de acuerdo sobre la importancia de la comunicación. No tiene que ser ideológica sino pelar a las emociones, pero sin promesas falsas. Un abrazo

    2. Exelente comentario señor Fernando.
      Exelente. En las emociones y su enorme capacidad de influencia en las decisiones que tomamos los seres humanos está el secreto de la interminable predilección de una preponderante proporción de la ciudadanía por las ideas de izquierda. En la enorme mayoría de los ciudadanos nuestra capacidad racional abstraída de presiones emocionales tiene muy escaso poder de decisión. La prevalencia de las ideas de izquierda a pesar de sus enormes fracasos son una prueba irrefutable de ello. El peronismo es pura emoción. No hay nada más allá de emociones en el peronismo (Si bien Menem hizo un gobierno guiado por ideas acertadas no llegó al poder por ser liberal), Particularmente, tal vez equivocadamente, creo que es hora de dejar tabúes de lado e incentivar a la ciudadanía para que adopte la emoción o pulsión que se traduce en la AMBICIÓN a la hora de tomar decisiones políticas y tratar de disminuir al máximo la influencia de la emoción de la ENVIDIA o el resentimiento que es la carta ganadora de la izquierda. Debemos como pueblo dejar de ser de una vez por todas envidiosos y llevar la bandera en alto de la ambición. La que produce riquezas y bienestar para todos. Lograr que el efecto que lleva consigo el liberalismo, la desigualdad, no pueda ser utilizado como «carta ganadora» por la izquierda toda vez que anulando, de alguna manera que hasta ahora nadie descubrió vale mencionar, la influencia de la envidia o resentimiento (subconsciente y subrepticia envidia es necesario aclarar) en la elección política de los ciudadanos el liberalismo tendrá las puertas abiertas. Lograda esta meta, todo lo que vendrá después será progreso y crecimiento. Cordial saludo https://razonvsinstinto.blogspot.com/2014/08/instinto-y-cultura-nuestros-verdaderos.html

  32. Buen día Mingo, mi pregunta sería la siguiente , no entiendo con tantas buenas reformas por qué no se llegó a privatizar el sistema ferroviario de pasajeros para tener un sistema como el europeo? Y uno pueda viajar de Santa Fe a Bs As por ejemplo. Saludos cordiales

    1. Lamentablemente el estado de las vias no permitía que los trenes de pasajeros de media y larga distancia pudieran circular seguros. Para que pudiese haber un sistema ferroviario de pasajeros com l europeo se necesitaba y se necesita una inversión enorme en infraestructura. En aquella época no se disponían de los recursos y ahora menos. Todos los trenes concesionados en el mundo requieren aportes de capital importante de los respectivos estados. Si no, no resultan rentables. Un abrazo

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