«Cómo voy a autocriticar mi pasión por el país»

Reveló que quiere volver a la política y está dispuesto a «servir»

Señala a Alfonsín, a Duhalde y a Moreau como los responsables del fin del gobierno de De la Rúa

Elogia a Kirchner por sus prioridades de gestión

MADRID.- Asegura que está siempre dispuesto para «servir al país» y no desmiente ilusiones por regresar a la política, pero no antes de mediados de 2004, en que caduca el contrato que tiene como profesor en Harvard.

Mientras, el ex ministro de Economía Domingo Cavallo elogia al presidente Néstor Kirchner por su «coraje» para abordar el problema policial y la «comprensión» que tiene de los problemas del país. «Fue un buen gobernador», insiste, y no revela si tuvo tratos con él desde que llegó a la presidencia. «No hablaré de eso», dice.

En lo personal no tiene ninguna intención autocrítica. «¿Por qué voy a criticar mi pasión por resolver los problemas del país?», contesta. Admite que durante el largo período en que ocupó el Ministerio de Economía «ya sabía de chicos que se morían de hambre por desnutrición, pero fui de los que más luché contra eso».

Si de algo se arrepiente es de haber creído en Raúl Alfonsín, que presidía la UCR cuando se sumó al gobierno de Fernando de la Rúa. «El es el mayor responsable de la peor caída de la Argentina. El, Eduardo Duhalde y Lepoldo Moreau», dice, a los que involucra en el «golpe institucional» con que cayó el gobierno a fines de 2001.

Ahora carga duramente contra ellos y contra el Fondo Monetario Internacional (ver recuadro aparte), las dos únicas cuestiones en las que no mide las palabras durante el diálogo con LA NACION en Madrid. El ex hombre fuerte de Carlos Menem participó aquí en un seminario y su avión de regreso a los Estados Unidos, donde ahora vive y da clases, despegó cuando en Buenos Aires renacía el escándalo por las coimas en el Senado.

«No voy a hablar de cosas personales», se ataja. Y lo primero es la situación del país. «Políticamente lo veo bien, con la situación normalizada. Creo, además, que la prioridad que Kirchner le ha dado al tema seguridad, que requiere cambios en la policía y en la Justicia, demuestra una buena comprensión de los problemas y, sobre todo, coraje. Es una cuestión muy compleja.

-¿Y en lo económico?

-Lavagna ha sido exitoso en su batalla contra la hiperinflación, pero aún no está claro cómo quedará organizada la economía hacia el futuro. Imagino que Kirchner decidirá al respecto, porque eso excede al ministro.

-¿Tiene relación con Kirchner?

-No revelo con quién hablo o dejo de hablar. Siempre lo apoyé. Como gobernador se desempeñó muy bien.

-¿Qué le enseñaron dos años fuera del poder?

-Lo que más hice fue descansar. El poder es extenuante.

-Sí, pero… ¿qué incorporó?

-Leí mucho, asistí a conferencias, a debates de naturaleza académica. Recuperé muchas cosas.

-¿No tiene ninguna autocrítica?

-¿Cómo voy a autocriticar mi pasión por la Argentina o mi dedicación a resolver los problemas del país? ¿Cómo me voy a arrepentir de haber luchado para que no se quiebre el orden constitucional. Lo que pasó en 2001 fue terrible para la República… que dirigentes bonaerenses hayan logrado voltear un gobierno nacional para diluir su propia responsabilidad. Yo luché por evitar una tragedia…

-La tragedia estaba. ¿Ignoró durante su período como ministro la muerte de niños por desnutrición?

-¡Claro que lo sabía! Y puedo asegurarle que yo traté de luchar contra eso.

-¿Cómo?

-Por lo pronto, tratando de mantener el valor de la moneda, porque le aseguro que con la devaluación terrible que se dispuso después el hambre no se cura. Yo luché por evitar la acción de fuerzas malignas.

-¿A qué se refiere?

-Al golpe institucional. Y en eso no sólo es culpable Duhalde, sino, sobre todo, Alfonsín. El, desde el radicalismo, me buscó como tabla de salvación para después hacer caer al gobierno y buscar a Duhalde para que se haga cargo. La mayor responsabilidad es de la dirigencia radical. Y en eso también estuvo Leopoldo Moreau.

-¿Fue un error haber estado en el gobierno de De la Rúa?

-Nunca es un error responder a un pedido de ayuda y menos en beneficio del país. El error fue haber creído en Alfonsín. Respondí a un clamor que no era sólo radical. Toda la gente quería que yo tomara el Ministerio de Economía. Me paraban en la calle para pedirme que ayudara a De la Rúa, pero Alfonsín, desde la UCR, lo boicoteó todo. Forzó la renuncia de Ricardo López Murphy como ministro de Economía e impidió que yo fuera jefe de Gabinete, que es lo que me ofreció De la Rúa. Todo porque la Jefatura de Gabinete la querían para ellos, por eso tampoco lo quisieron allí a Chacho Alvarez, como yo pedí. Mi error fue no haber advertido que a la cúpula radical no le interesaba que los problemas se resolvieran.

Consejos para negociar con el FMI 

«Querían que la Argentina entrara en el default generalizado»

MADRID.- Domingo Cavallo insiste en que el FMI «asuma responsabilidades» por la crisis argentina. Y, cuando menos, que se corrija su «privilegio» como acreedor, aplicándole las mismas condiciones que a los demás (con quitas incluidas) o, incluso, con la «pesificación» de su deuda ya que «fue instigador» de la medida.

«La pesificación es el desastre más grande que se ha hecho con la Argentina. Pero si la Corte Suprema la convalida, la propuesta lógica del gobierno es aplicarla a su deuda con el FMI. Después de todo, ellos la instigaron.

-Pero el FMI ya tiene sus pagos asegurados en dólares.

-Está muy cómodo. Su posición es que, cuanto menos le paguen a los demás, más recursos quedarán para pagarle a él. Y eso no es conveniente para la Argentina. En cambio, si se les pesifica la deuda, empezará a preocuparse para el peso tenga valor.

-¿Con quién conversó esa propuesta?

-Con mucha gente. Y no digo nada extraño. Desde el mundo académico la idea de la pesificación la lanzó Ricardo Hausman, que es profesor en la Escuela Kennedy, en Harvard, e incluía su aplicación a la deuda con los organismos multilaterales.

-Usted dice que el FMI boicoteó la reprogramación ordenada de la deuda. ¿Hace lo que quiere?

-Ellos querían que el país entrara en default generalizado para que sirviera de ejemplo futuro de quitas y castigos a quienes presten a un país. Y es muy preocupante que eso haya sucedido, que el FMI haya cambiado de pronto la política que había fijado. Yo denuncio esa actitud porque fue lamentable para la Argentina.

-¿Algo se reconoció en este nuevo acuerdo logrado por el Gobierno?

-No. Porque después de lo que ha hecho con la Argentina, lo que cabe es un respaldo no como el programa aprobado meses atrás sino con el aporte de recursos, aceptando quitas y la pesificación. El FMI tiene que asumir responsabilidades. Y eso no lo digo yo solo. También se lo escuché al doctor Ricardo López Murphy.