Sobre el post de Lucas Llach

Me encantó leer el post de Lucas Llach titulado «Peso argentino: en unión y libertad«. Explica muy bien cuál es el sitema monetario y cambiario que necesita Argentina, pero me temo que subestima las dificultades que se encontrarán en el camino, cuando se decida tomar esa dirección. Esto es lo que voy a tratar de explicar aquí.

Lucas argumenta que si hoy se pusiera en marcha un mercado único y libre de cambios que llevara, digamos, el tipo de cambio a 9.60 pesos por Dólar y si, a partir de allí, se aplicara una política monetaria de metas de inflación, podrían lograrse resultados como los de Chile. La Nación hermana comenzó a aplicar una política de metas de inflación en 1990 cuando la tasa de inflación era del 29 % anual, muy parecida a la tasa actual en nuestro país y logró bajarla a un dígito en cinco años con un «enfriamiento» de la economía que se reflejó en el 7 % de crecimiento anual.

Su propuesta es válida para el nuevo gobierno que asuma el 10 de diciembre de 2015, pero aún en el mejor escenario imaginable tendrá que comenzar desde una tasa de inflación mucho más alta y, si para entoncers todvía existe un fuerte déficit fiscal y mucha inflación reprimida, tendrá que tomarse un tiempo para permitir que aflore toda la inflación escondida detrás de los congelamientos de tarifas y los controles de precios y pueda reducirse el déficit fiscal, al menos en la magnitud de los subsidios que hoy se pagan a las empresas prestadoras de servicios públicos.

Si el actual Gobierno dispusiera en este momento la unificación y liberación del mercado cambiario, el impacto inicial será fuertemente inflacionario. Provocaría una explosión muy parecida a la del Rodrigazo de 1975 por las siguientes razones:

1) La devaluación del Peso (porcentaje de aumento del precio del Dólar) en el mercado oficial sería de, como mínimo, 20 %, la que sumada a la devaluación ya producida durante enero, significaría una devaluación total del 50 % en apenas dos meses. Esto siendo muy optimista. Para hablar de una liberación completa del mercado cambiaria debería eliminarse totalmente el cepo, es decir dejar que puedan entrar y salir libremente todo tipo de capitales y permitirse también la repatriación de capitales y la remisión de dividendos. Sólo una tasa de LEBACs mucho más alta que la actual podría llevar a que la cotización en el mercado único y verdaderamente libre se ubicara en 9.60. Yo pienso que más bien podría subir  inicialmente a 13 pesos por Dólar, lo que significaría una devaluación del 100% en dos meses.

2) Aún con una devaluación de sólo 50 % entre diciembre y fines de febrero, el Gobierno debería, como mínimo, aumentar todas las tarifas de la energía y los transportes en no menos del 50%. Si no lo hace, los subsidios que el Tesoro tendrá que pagar a los prestadores aumentará en 40 o 50 mil millones de pesos.

3) Si además de la devaluación del 50 % se produce un tarifazo, también del 50 %, los sindicatos no aceptarán aumentos salariales menores al 50 %, por más que le prometan el oro y el moro con la política de «precios cuidados».

Con sólo estos tres ingredientes, es difícil argumentar que la tasa de inflación no saltará, al menos del 28 al 50 % a lo largo de 2014. Claro que para evitar que sea mayor, la tasa de LEBACs inicial de una política de metas de inflación deberá ser no menor al 60 % anual. Los efectos recesivos adicionales a los que ya están en plena marcha son difíciles de estimar, pero seguramente no serían muy diferentes a las que se produjeron alrededor del Rodrigazo: en 1975 el PBI declinó 4 % y en 1976 casi el 5 %.

Además, si la unificación y liberación, en lugar de iniciarse con un tipo de cambio de 9.60 se iniciara con uno de 13, todo el razonamiento anterior lleva a que la tasa anual de inflación podría saltar al 100 %, ya en 2014.

Cabe preguntarse, cuál es la diferencia de la Argentina actual con Chile 1990, si es que en ambos casos partimos de una inflación del 29 % anual. Pues bien, las diferencias son enormes: Chile en 1990 no tenía vestigios de inflación reprimida. El gobierno de Pinochet no había congelado tarifas ni precios y el déficit fiscal era bajo y controlado. La economía de Chile era muy abierta y sin ningún tipo de restricción en el comercio exterior. El mercado cambiario funcionaba como un mercado libre y único de cambios y las tasas de interés nunca habían sido negativas en términos reales. La política de metas de inflación fue un manejo inteligente y ordenado de la política monetaria por parte del gobierno de la naciente democracia en una economía básicamente sana, sin muchas distorsiones, pero que había tenido que soportar un aumento de la tasa de inflación entre 1982 y 1990 a causa del impacto sobre Chile de la política de estabilización de los Estados Unidos de 1981 y 1982 y la gran crisis de la deuda latinoamericana que se inició en agosto de 1982.

En Argentina 2014, hay mucha inflación reprimida que se refleja en subsidios no menores al 4 % del PBI y desabastecimiento en muchos sectores.La economía argentina funciona como una economía cerrada al comercio exterior, plagada de restricciones, controles e impuestos que crean un sesgo antiexportador. El mercado cambiario está rigidamente controlado, la repatriación de capitales y el pago de dividendos están fuertemente restringidas y hay una brecha de casi el 50% entre la cotización del Dólar en el mercado oficial y el mercado paralelo, que, para colmo, es ilegal. Las tasas de interés vienen de ser fuertemente negativas en términos reales. Si el Gobierno anuncia una política de metas de inflación tendrá que comprometerse a una fuerte reducción del gasto público y del déficit fiscal sin poder acceder a financiamiento voluntario ni externo ni interno por falta absoluta de credibilidad. Lo único que logrará será desacreditar al instrumento.

Por esta razón es que yo comencé mi última serie de posts con el que se titula: «Las ventajas de un mercado cambiario libre y legal, aunque no sea único«. Si el Gobierno al menos hiciera lo que recomiendo en ese post, un próximo gobierno elegido por el voto popular y con un horizonte de al menos 4 años, podrá seguir el muy buen consejo que aporta Lucas Llach en el post que me propuse comentar en este artículo.

 

 

26 comentarios en «Sobre el post de Lucas Llach»

  1. ¿Seguirá el hijo de Llach convencido de que el gobierno de los Kirchner no fue desastroso sino “apenas malo”, como sostenía en sus columnas de La Nación hasta hace unos años?

    1. Por lo que dice en este post y en varios otros que leí, Lucas Llach tiene una opinión muy negativa del Gobierno de los Kirchner. Un abrazo.

    1. Sí, tarde pero mejor que si no lo hubiera advertido nunca. Esta opinión de Krugman me parece acertada. Un abrazo.

  2. Buenas tardes Domingo:
    Tendría un mail al cual le puedo hacer llegar una opinión personal sobre la economía actual y lo que yo considero que podría llegar a ser la solución a los problemas actuales. No lo puedo volcar acá porque el límite de caracteres no me lo permite. Y me gustaría saber que opina sobre lo que yo pienso, y además tengo el presentimiento de que el gobierno puede estar tratando de hacer algo parecido. Para adelantarle algo, según mi punto de vista sería el fin del PESO y la implementación de una nueva moneda. Espero su respuesta para saber a que mail hacerle llegar dicha consulta.
    Saludos y gracias por su atención.

  3. Mingo, hola, todos los escenarios transitan por un periodo recesivo; es de esperar que se produscan despidos o el crecimiento de los ultimos años permitiria que las empresas cuenten con fondos suficientes para evitar despidos? Otra consulta: el ajuste en subsidios de tarifas es suficiente o seria necesario reducir el gastos en planes sociales? Abrazo.

    1. Es muy probable que con la recesión haya despidos y eso aumente la desocupación.
      Yo creo qure se necesitará reducir el gasto en estructuras burocráticas e ineficientes y eliminar la corrupción. Con eso y eliminando los subsidios económicos, será suficiente. Podrán mantenerse los subsidios sociales bien direccionados.

  4. Dr. Cavallo:Le remito copia del mail que le envié a la Sra. Presidenta a una dirección de mail que recibí a través de la cual me informaba sobre aspectos de la gestión de su gobierno ([email protected]). BUENOS AIRES, 13 de mayo de 2013 .Estimada Sra. Presidenta de la Nación,Tengo el agrado de dirigirme a Ud. con el objeto de elevarle una propuesta a considerar en el marco de la situación económica actual, acicateada –entre otros factores- por una fuerte especulación con el dólar paralelo. Al respecto –y a mi juicio- me parecería conveniente tener en forma muy reservada y como recurso de última instancia un Plan B para poder afrontar con éxito, y en forma heroica, un eventual -y hoy poco probable- desborde inflacionario. Yo se que mi propuesta le va a desagradar mucho, y por ello le pido disculpas, pero deberá considerarse como el último remedio para enfrentar exitosamente un contexto remoto de hiperinflación; el cual deberá ser guardado bajo siete llaves e interpretarse como una bala de plata -o el último proyectil que se tiene- para ganar el combate. Mi propuesta es sencillamente tener en la gatera un plexo de normas -muy bien concebidas técnicamente- para adoptar oficialmente la Dolarización de la Economía (repito que esta alternativa la aborrece muchísimo, y por ello le vuelvo a pedir disculpas). La dolarización tiene ventajas y desventajas por supuesto, pero entiendo que con el excelente nivel de reservas con que cuenta actualmente el Banco Central de la República Argentina y con el bajísimo nivel de deuda externa de nuestro país en relación con su PBI, implementar un esquema de dolarización para enfrentar un eventual y hoy remoto proceso de desborde inflacionario, acarrearía una rápida estabilidad monetaria y una consecuente credibilidad de la economía. Repito la dolarización sería el Plan B, ultrasecreto y como último y exitoso recurso contra una hipótesis de hiperinflación.

  5. Estimado dr. Cavallo:
    Si este gobierno no accede a financiamiento genuino, y continua el fenomeno monetario de la emisión, no hay vuelta que darle. El gobierno debería leer un poco a Milton Freadman.
    Dr. siga asi, tratando que los argentinos, logremos ver las cosas cómo son. Pensar que lo criticaron tanto, y van a tener que
    aplicar indefectiblemente politicas económicas de libre mercado. Como no le molesta, le digo «saludos Mingo».

  6. Estimado, buenas tardes y felicitaciones por el blog. Al final del artículo publica las diferencias de nuestra situación actual con la situación que tenía Chile en 1990. Al describir la situación de Chile, uno puede entrever que el único (gran) problema que tenían era el de la inflación del 29%, puesto que, a diferencia de la Argentina actual, no cuentan con un gran gasto público, la inflación oficial es la real, había un mercado libre, etc. Mi duda es, ¿cómo pudo Chile bajar la inflación? Le pregunto esto, ya que todas las medidas que usted propone para conseguirlo en la Argentina no serían necesarias, puesto que ya las habrían tomado.

    Una última pregunta al margen: de los posibles candidatos opositores que se asoman, ¿hay alguno que le guste? ¿Cuál?

    Gracias y saludos!

    1. Despues de tomar todas las medidas que yo propongo, el nuevo gobierno de Argentina tendría que aplicar la misma política monetaria que aplicó Chile, sólo que en el caso de Argentina, para que esa política sea creída y efectiva, va tener que admitirse que la gente utilice dólares si es que lo prefiere, tal como ocurre en Perú. Chile pudo bajar la inflación, como lo vamoa a tener que hacer nosotros y como lo hizo también Perú, con una politica monetaria denominada de metas de inflación: el Banco Central es responsable de manejar las tasas de interés de manera que induzcan una inflación en baja. Las tasas nominales tendrán que ubicarse siempre ariba de la tasa de inflación y aumentar cuando la inflación se mantenga demasiado alta y bajarlas recién cuando la inflación cede. También tiene que mirar el nivel de actividad económica: cuando el crecimiento es bajo las tasas de interés, si bien positivas, no deben ser tan altas. Cuando el crecimiento es alto, las tasas de interés tienen que ubicarse unos escalones más arriba. Esto los Bancos Centrales independientes normalmente l saben hacer bien. Saludos.

  7. No es obsecuencia pero me enseñaron a ser agradecido, tanto en lo material como lo que se puede aprender de las experiencias. Por ende, muy agradecido por todas las aclaraciones sobre la economía que hacés, Mingo. De paso, para preguntar… cómo funciona la canasta de monedas? Uno fija el valor de cada moneda o si es tipo de cambio flotante… cómo se define el precio del dólar, euro, real? Cual es la base para calcular la cotización? Reservas, Lebacs/Nobacs? Un saludo!

    1. La relación entre las monedas se fija en los mercados globales, una vez determinado la relación peso Dólar, todas las demás monedas se cotizarán al valor que resulte de multiplicar el valor de cada moneda en términos de dólares por el valor del dólar en pesos. Si hoy el Precio del Dólar libre es 12 pesos y el precio del Euro en dólares es de 1.37, el precio en pesos del Euro tiene que ser 12 por 1,37, es decir 16.44. Veo que hoy el precio del Euro billete está entre 15 y 16 en el mercado paralelo. La diferencia se explica porque al ser un mercado ilegal y de billetes el arbitraje no es perfecto. En un mercado toalmente libre y legal, el arbitraje sería casi perfecto. Un abrazo.

  8. Estimado, cual seria el motivo por el que implementar un mercado único y libre de cambios en este momento no generaría una corrida bancaria similar a las ocurridas a lo largo de nuestra historia.

    1. Yo sugiero implementar un mercado único y libre de cambios a partir que asuma un nuevo gobierno, cuando la credibilidad de que el mismo goce por haber sido recientemente elegido y tener un horizonte de al menos cuatro años, pueda aventar cualquier riesgo de corrida. Este gobierno no lo podría hacer sin soportar una muy probable corrida contra el dolar. Un abrazo.

  9. Mingo, seria conveniente mantener una «alta presion tributaria» como medio para retirar pesos de circulacio? Abrazo.

    1. Más presión tributaria de la que hay sería impensable y tendría terribles efectos recesivos y desalentadores de la poca inversión que aún existe. Un abrazo.

  10. Estimado Domingo:
    Evidentemente el éxito de cualquier medida en el mercado cambiario está condicionado a la reducción del déficit fiscal y su financiamiento vía inflación. Si solo se dieran muestras de avanzar en ese sentido, estimo que se podría conseguir financiamiento a tasas razonables mientras se concluye el necesario ajuste.
    Un abrazo

  11. Dr. Cavallo

    Quiero agradecer la oportunidad que nos brinda de conocer su valiosa y calificada opinon. Desde ya gracias.
    En estos ultimos tres años venimos siendo testigos del deterioro continuo de la economia argentina. Estamos en un camino de enorme gasto publico con deficit fiscal continuo y sin horizonte de mayores recursos financieros. Solo contamos con la posibilidad de un incremento de recursos via factores economicos reales como P.ej: «una buena cosecha» que acompañen con altos precios los mercados internacionales. Nuestra situacion en MUY PRECARIA.
    Argentina no solo no cuenta ni siquiera con la posibilidad de recurir al mercado financiero internacional, y esto es consecuencia de politicas erroneas que se han aplicado y nos han llevado a ser calificados como inviables financieramente hablando.
    Desgraciadamente creo que es mas probable el peor escenario que el mas optimista, dado que quienes «gobiernan» estan atrapados en su ideologia falaz de emision-deficit-consumo pero las reservas, capacidades industriales productivas se estan agotando aceleradamente. El supuesto golpe de mercado cambiario responde a una cuestion basica de desconfianza y las expectativas negativas sobre el futuro inmediato.
    Un fuerte abrazo.

Los comentarios están cerrados.