Mis discusiones con Roberto Mangabeira Unger

Varios de los visitantes de mi blog me han preguntado qué opino de la propuesta de Roberto Mangabeira Unger de que Brasil y Argentina trabajen juntos para definir un "nuevo paradigma" para el desarrollo de América Latina. Mi opinión está en este sitio desde hace mucho tiempo. Sólo que en inglés y en la página "Otros". Se trata de mis clases en Harvard.

En la primavera boreal de 2004, cuando yo era "Robert Kennedy Visiting Professor in Latin American Studies en la Universidad de Harvard", compartimos el dictado de un curso con Roberto Mangabeira Unger. El tema del curso era, precisamente, "América Latina y el Consenso de Washington".

Quienes lean Inglés podrán encontrar mi opinión en aquellas diez clases, particularmente en la clase introductoria y en la última, titulada "Reconstruyendo el Consenso Latino Americano". A continuación transcribo la traducción al español las partes relevantes de la clase introductoria:

"Dos conjuntos de opiniones (de Roberto Mangabeira Unger y otros pensadores) me inquietan particularmente. Uno, sobre América Latina, otro, sobre Argentina."

"Sobre América Latina, es muy común leer que entre 1987 y 2001 la mayor parte de sus gobiernos decidieron implementar las reformas económicas dictadas por los organismos multilaterales y el Gobierno de los Estados Unidos de América en el denominado “Consenso de Washington”. Esas reformas son responsables por el aumento de la desigualdad, la pobreza y las crisis financieras que azotaron a la región desde mediados de los 90’s."

"Sobre Argentina, la interpretación es muy simple y parece consistente con la teoría económica. Un plan de estabilización basado en el ancla cambiaria, terminó provocando una sobre valuación extrema del Peso que afectó las exportaciones y llevó a una triple crisis: monetaria, financiera y de la deuda. Estas crisis eran largamente esperadas por los mercados. El único que no las veía venir era el Gobierno que se resistió a decretar una devaluación y la suspensión de los pagos de la deuda pública a principios de 2001."

"Estas opiniones me inquietan no sólo porque pintan a América Latina y a la Argentina como gobernadas durante los 90’s por políticos títeres manejados desde Washington, algunos de los cuales fuimos tan pusilánimes que ni siquiera vimos venir lo que los mercados y los economistas académicos consideraban un resultado obvio, sino también porque abonan la conclusión de que ahora, cuando la mayoría de los gobiernos de la región se alejan políticamente de Washington y están revirtiendo las políticas de los 90’s, los problemas de la región se van a resolver sin necesidad de recurrir al capital extranjero y será posible mantener el clima de estabilidad de precios."

"Yo estoy convencido que estas dos opiniones son equivocadas y que los dirigentes políticos de América Latina no deben dejarse llevar por ellas hacia la recreación de los problemas que azotaron a la región durante los 80’s y a la Argentina durante más de cuatro décadas hasta principios de los 90’s."

"Roberto Mangabeira Unger, un prestigioso filósofo social que ha venido proponiendo alternativas al “Consenso de Washington” y que durante los 90’s trató de ayudar a pensar sus futuras políticas a varios de los dirigentes latinoamericanos que han estado o están en el Poder, me ha ofrecido la oportunidad de debatir sobre América Latina y el “Consenso de Washington” aquí, ante ustedes. Y a ambos nos interesa no sólo intercambiar ideas entre nosotros, sino enriquecernos con vuestras preguntas y opiniones. Esperamos que este curso sea fructífero para todos y nos acerque a las mejores alternativas que las naciones de América Latina tienen para conquistar el bienestar de sus pueblos."

Éste fue el tema que discutimos con Roberto Mangabeira Unger durante diez clases, que están reproducidas en Inglés en la página "Otros" de este blog. Mi reflexión final en la clase 10, fue la siguiente:

"El déficit principal del “Consenso Latino Americano” de los noventas se originó en su énfasis prácticamente exclusivo en las reglas de la economía, cuando aún las democracias de América Latina eran todavía muy imperfectas y necesitaban al menos tantas reformas como las de las economías de la región. Yo considero que las propuestas de Roberto Mangabeira Unger para re-energizar nuestras democracias muy relevante y creativa, pero ellas no van a funcionar si las reformas de los noventas fueran revertidas."

"Una reversión de las reformas económicas de los noventas, por ejemplo la re-estatización de las empresas que fueron privatizadas y el encerramiento de las economías no va a ayudar sino que va a poner en peligro el proceso de democratización política de la Sociedad y del Estado, porque sólo va a revivir las viejas políticas del Estado Corporativo, que fueron peores aún que las todavía imperfectas políticas liberales que aún prevalecen en la mayoría de los países de América Latina. Pero una profundización de las reformas para hacerlas socialmente más inclusivas podrían ayudar mucho a hacer a nuestras democracias mas efectivas, a remover la “corrupción organizada” de las instituciones del Estado y a ampliar la participación del pueblo en el desarrollo político y económico."

Luego de que pueda postear la traducción al castellano de mis diez clases en Harvard, voy a continuar con esta discusión de las propuestas de Roberto Mangabeira Unger.

Se desplomó el valor de las empresas

Hay muchos indicadores que permiten anticipar la magnitud de una recesión. Cuando el impulso recesivo sucede a un período de euforia durante el cual aumentaron sostenidamente el precio de los activos, hay un indicador que es particularmente apropiado para comparar las expectativas de recesión en distintas economías nacionales: se trata de la observación de los índices de precios de las acciones.

El precio de la acciones refleja el valor que el mercado de capitales le da a las empresas que cotizan en bolsa. Es sabido que en los últimos seis meses el valor de las empresas se desplomó en casi todos los países el mundo, reflejando expectativas generalizadas de recesión.

Felipe Murolo me ha enviado un conjunto de gráficos muy ilustrativos de la evolución de los índices de precios de las acciones en los EEUU, Chile, Brasil y Argentina. En ellos se puede descubrir  la predicción que están haciendo los mercados sobre el curso futuro del nivel de actividad económica en cada uno de estos países.

Estos dos gráficos, copiados a continuación, incluyen en azul la evolución del índice MERVAL de la Argentina, en rojo el índice IPSA de Chile, en verde el índice Dow Jones de los EEUU y en anaranjado el índice BOVESPA de Brasil .

En el primer gráfico, referido a los últimos seis meses, se puede ver que el país en el que menos cayó el valor de las empresas es Chile, con un 10 %, luego siguen EE.UU. y Brasil, ambos con caídas del orden del 30% y finalmente, Argentina, con una caída del 40 %.

En el segundo gráfico se observa que. en la perspectiva más amplia de los dos últimos años, el posicionamiento de los EEUU, de Chile y de la Argentina prácticamente no cambia. Brasil aparece con una mejor desempeño, sufriendo una caída leve, como la de Chile, porque a lo largo de todo el año 2007 y la mayor parte del 2008, el valor de sus empresas había aumentado más que en los otros tres países. Esto tuvo que ver con el optimismo que generó el descubrimiento de reservas de petroleo y gas por Petrobras en un momento en que los precios del petróleo estaba aumentando fuertemente. Por consiguiente, si bien en los últimos seis meses el valor de las empresas brasileras cayó tanto como las de los EEUU, el efecto neto para los dos años es más favorable en Brasil que en los EEUU.

Cómo se explica que, contrariamente a lo que ha venido pregonando el gobierno, la recesión que predicen los mercados de capitales sea mayor en Argentina que en los demás países? La razón es la que he venido sosteniendo en varios artículos de los dos últimos años: Argentina iba a entrar en recesión con inflación, es decir, en "estanflación, aún si continuaba la bonanza internacional.

Ahora que el viento de cola ha desaparecido y se ha transformado en viento en contra, Argentina se encuentra mucho más indefensa que el país en el que se inició la crisis global y que en nuestros países vecinos, porque mientras todos los demás conservan el crédito y no enfrentan riesgos inflacionarios, nuestra economía carece de crédito y tiene inflación reprimida. Estos dos defectos son gravísimos cuando además están cayendo los precios de exportación. Y éso es lo que están percibiendo los inversores en los mercados de capitales.

No es para alegrarse, pero es la realidad. Espero que el gobierno no se auto-engañe como lo ha venido haciendo en relación al problema de la inflación. Si se da cuenta del problema que enfrentamos, no debería demorar en hacer todo lo que esté a su alcance para eliminar la inflación reprimida y recuperar el crédito.

Inteligente reacción de un dirigente empresario brasilero…

Ojalá los nuestros pensaran así… Recomiendo a mis lectores no pasar por alto un artículo que acabo de leer en La Nación. Tiene el sugestivo título «La Argentina no debería preocuparse«. Me gustaría leer respuestas semejantes de nuestros dirigentes empresarios. No sólo es bueno que Cristina hable mucho con Lula, sino también que nuestros industriales de la UIA hablen con sus pares de la FIESP. Al menos con don Ricardo Martins.